Ciertamente, a nadie se le escapa que el cometido del BI es, en última instancia, apoyar la toma de decisiones en el contexto organizativo de una empresa, corporación o institución. Un fin último que tiene consecuencias ampliamente conocidas: minimización de los riesgos, mejora de la competitividad, aprovechamiento de oportunidades... y que requiere abarcar, a un mismo tiempo, áreas tan amplias y complejas como la gestión de datos o la planificación estratégica de la compañía.
Pero, ¿sabemos enunciar las operaciones clave que distinguen y caracterizan un entorno BI? ¿Sabríamos trazar la ruta que conduce, desde los datos en bruto, a una toma de decisiones exitosa?
Vaya por delante que, en el intento de simplificar las operaciones y los procesos que caracterizan un entorno de inteligencia de negocios, podemos incurrir en una banalización y una simplificación extrema de una cuestión altamente compleja, que requiere asesoramiento profesional y el acompañamiento de un equipo técnico experto para la implementación y las primeras andaduras en ecosistemas BI. Por ello, recomendamos encarecidamente consultar los recursos publicados en nuestra sección de formación, disponibles completamente gratis, los cuales aportan información amplia y completa sobre los aspectos clave de la inteligencia de negocios.
Dicho esto, podemos enunciar las tres áreas básicas en las que se inscriben las principales operaciones que se llevan a cabo en BI, visualizando el ecosistema de la inteligencia de negocios como una pirámide con el análisis y la gestión de datos en su base, y la toma de decisiones en la cúspide.
Análisis y gestión de datos: la toma de decisiones debe estar apoyada por un análisis exhaustivo de los datos disponibles. Dada la velocidad con que se incrementan la variedad y el volumen de los conjuntos de datos que manejan las organizaciones, es fundamental contar con una estrategia de análisis de datos corporativos suficientemente sólida, apoyada por herramientas de análisis y gestión de datos eficaces y eficientes. Aquí es donde entra en juego el Business Intelligence, permitiendo no solo un análisis y una gestión óptimos, sino también facilitando la identificación de datos relevantes y su decodificación en información sensible para la compañía. Para ahondar en la cuestión, resulta muy indicada la guía 10 claves para definir tu estrategia corporativa de gestión de datos, disponible completamente gratis.
«Lo que no es medible, no es controlable ni mejorable». Esta máxima parece haber inspirado no solo la invención del Cuadro de Mando Integral (herramienta central en entornos BI), sino también el desarrollo de soluciones Business Intelligence integrales. Esta es la magnitud y la importancia de la medición en el ecosistema de la inteligencia de negocios: métricas y reportes, informes de desempeño, forecasts... devienen elementos centrales en el conjunto de las operaciones llevadas a cabo en entornos BI, desde la consideración de reportes históricos hasta el diseño de escenarios what-if.
Visualización: el colofón de los recursos Business Intelligence para el apoyo a la toma de decisiones son los sistemas y las herramientas de visualización, cada vez más imprescindibles a la hora no solo de obtener conocimiento casi inmediato a partir de datos relevantes traducidos en información gráfica y amigable, sino también para mostrar y exponer datos a terceros implicados en el devenir de la organización (clientes, inversores...).
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