Hoy en día es fácil crearse falsas ideas, como que todos los sistemas analíticos avanzados son cognitivos o que soluciones cognitivas e inteligencia artificial son sinónimos. De la misma forma, las soluciones cognitivas no están reservadas para el mundo académico u organizaciones dedicadas a la investigación. Desterremos esas ideas. Las empresas ya están utilizando soluciones cognitivas.
La analítica se ve impulsada por la introducción de soluciones cognitivas que permiten multiplicar exponencialmente la eficiencia de cada investigación. Este tipo de sistemas son el complemento necesario para las interacciones con big data al tener capacidad para hacer deducciones razonadas, generar hipótesis y probarlas, entender virtualmente todos los tipos de datos (incluyendo el lenguaje natural, imágenes, sonidos y otros datos no estructurados) y para aprender de las interacciones en curso, logrando perfeccionar la interpretación que se hace de la información.
Además, los sistemas cognitivos pueden interactuar con los seres humanos, comunicándose en lenguaje natural y aportando conclusiones. ¡Y todo ello de forma simultánea!
La tecnología cognitiva ofrece una serie de ventajas que hacen que el papel que desempeña en los negocios no deje de ganar en relevancia. ¿De qué otra forma se podrían habilitar procesos empresariales inteligentes capaces de potenciar métodos de exploración? ¿Cómo lograr que la automatización sea la antesala al descubrimiento de datos disruptivos? ¿Cómo ir más allá de nuestros propios límites para escalar y elevar el umbral de conocimiento humano?
Inteligencia artificial en los sistemas cognitivos
Aunque para muchos existe la duda, un sistema cognitivo es más que inteligencia artificial. De hecho, la combina con capacidades superiores de comunicación y aprendizaje automático. Esta composición tan característica, le permite analizar e interpretar rápidamente grandes cantidades de información no estructurada, encontrando esos datos, hechos o tendencias que pueden resultar de gran utilidad al usuario final, ocupe el rol que ocupe dentro de la organización.
Las APIs cognitivas no son una herramienta restringida a perfiles técnicos, de hecho, su capacidad de aprendizaje se potencia con el uso y, cuantos más usuarios las emplean, más inteligencia gana el sistema.
Un producto de este tipo tiene el poder de transformar de raíz el proceso de asimilar y comprender grandes volúmenes de datos, potenciando los métodos de descubrimiento y exploración de datos. En cuestión de segundos y de la forma más flexible posible.
El poder de los sistemas cognitivos se extiende más allá de las aplicaciones empresariales específicas y de las industrias establecidas. Ejemplo de ello son estos casos de éxito en áreas como marketing o ventas; y en el sectores tan dispares como banca, petroquímica, automoción, retail o salud. Hoy las organizaciones líderes recurren al mejor complemento para sus capacidades analíticas, el que les permite mejorar sus operaciones, ser más eficientes, hacer crecer su potencial disruptivo y, en definitiva, utilizar los datos a su favor.
¿Por qué quedarse en el alcance de la experiencia humana? ¿Cómo no dar un salto cualitativo al análisis y la toma de decisiones usando estas nuevas capacidades cognitivas?
