El sentiment analysis no se basa en la investigación de hechos objetivos sino que se centra en subjetividades. El mundo de los sentimientos se examina, buscando aumentar el conocimiento sobre clientes y usuarios, a través de sus actitudes y costumbres, opiniones y emociones.
Lo bueno y lo malo, lo que gusta y lo que no, el estar a favor o en contra son formas de entender la realidad que expresan una información a la que es posible acceder mediante estudios estadísticos y probabilísticos de minería de opinión, que es el área de la extracción de datos encargada de este ámbito en particular.
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Cuando se emplean métodos de sentiment analysis se puede responder a cuestiones acerca de:
El nivel de satisfacción de un determinado cliente o grupo de consumidores.
La valoración de un producto.
La postura de los usuarios frente a un cambio en el servicio.
La respuesta que está obteniendo una campaña publicitaria concreta.
Aplicar la analítica de sentimiento es una decisión estratégica que beneficia al negocio al permitirle adquirir un conocimiento más profundo de la realidad y la repercusión de cada una de sus acciones (y omisiones) en base a datos:
De primera mano recogidos de forma inmediata.
Resumidos, aglutinando una variedad muy amplia de puntos de vista o agrupados por categorías que facilitan su interpretación.-
Que responden a preguntas concretas, resolviendo eficazmente planteamientos complejos a nivel corporativo con la garantía de obtener la mejor orientación posible.
Por supuesto, el sentiment analysis tiene otras muchas utilidades ya que permite identificar tendencias, que posibilitan el aprovechamiento de oportunidades y son el germen de la innovación; detectar debilidades, facilitando su superación; y descubrir amenazas, pudiendo evitarlas o mitigar sus efectos adversos.
Toda empresa conoce los principales datos objetivos acerca de sus productos: precio, especificaciones, garantía, etc.. Incluso es posible recabar la suficiente información como para comparar la propia oferta con la de los principales competidores. Sin embargo, existe una variable, de gran importancia a la hora de que el consumidor tome la decisión final de compra, que no es tan sencilla de valorar ya que pertenece al ámbito de la subjetividad.
Aquí es donde interviene el sentiment analysis, que arroja luz sobre esta faceta, exponiendo con claridad la realidad de la percepción que se tiene sobre la marca, la empresa y los productos. De esta forma se puede conocer:
La motivación que impulsó a los clientes a comprar el bien.
Las reticencias que mostraron quienes al final decidieron no llevar a cabo la compra.
Las causas que enviaron clientes a la competencia.
La opinión de los usuarios que no se hallan en ninguno de los tres casos anteriores, pero que expresan sus sensaciones y puntos de vista sobre los productos.
Más que plantearse el sentiment anaysis como una fuente de ventaja competitiva, que lo es, hay que tomarlo como una necesidad estratégica, la única forma de poder tomar el control absoluto sobre la planificación, la estrategia, el marketing y la comercialización.
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