Muchos profesionales de TI carecen de conocimientos generales y concretos sobre los entornos multicloud. Es muy frecuente que no sepan utilizar de forma eficiente los nuevos servicios (es decir, arquitecturas sin servidor), ni integrar u orquestar múltiples procesos en conjunto. Adoptar una estrategia multicloud exige disponer de conocimientos exhaustivos de su funcionamiento y saber entender los matices de cada plataforma.
Hasta el punto de que el factor humano comienza a mencionarse como una de sus grandes barreras o problemas, por delante de aspectos más clásicos de la gestión Cloud como la implementación de aplicaciones, el análisis de costes o la escalabilidad automatizada.
Es vital que todas las partes relevantes de una empresa comprendan cualquier estrategia de nube actual. Su desconocimiento puede provocar graves brechas contra la seguridad y el cumplimiento normativo e, incluso, potenciar el uso de la llamada IT en la sombra, con la que algunos utilizan diferentes proveedores de nube a los marcados por su organización.
No obstante, los expertos creen que se trata de un problema temporal, ya que hay poca diferencia entre las habilidades necesarias para utilizar una nube u otra, lo que facilita hacer una transición fácil entre ellas, entender su idioma y entorno.
Sí que es cierto, no obstante, que adoptar estrategias multicloud requiere de personas formadas, políticas corporativas adecuadas y las habilidades necesarias para ello. Hasta el punto que muchos consideran esta falta de formación como la principal barrera a su desarrollo próximo.
Se trata de recursos caros, muy demandados por el mercado y que no todas las compañías se pueden permitir. Además, el proceso de migración no es sencillo de aprender y añaden una capa adicional de complejidad.
Esto puede llevar a muchas organizaciones a demorar su salto multicloud, ya que la amplia oferta de servicios y actualizaciones a llevar a cabo puede resultar difícil de levantar y los servicios de comunicaciones pueden resultar abrumadores. Hay proveedores Cloud que tienen hasta 1.000 servicios diferentes y, si se suman varios de ellos, el trabajo resulta descomunal.
Y, antes de nada, es necesario contar internamente con los expertos necesarios para abordarlo, de asegurar que comprenden los detalles de cada proveedor y servicio, de que tienen los conocimientos necesarios para resolver esta encrucijada de las organizaciones, hoy y en el futuro.
Existen algunas iniciativas de los propios proveedores Cloud para capacitar a estos profesionales. Amazon, Microsoft y Google ofrecen formación en sus productos, pero todavía no hay demasiada oferta de terceros que ayuden en este tránsito hacia diferentes entornos Cloud.
En resumen, la escasez de especialistas sigue siendo un gran problema y un claro peligro para muchas organizaciones, que deberían estar invirtiendo ya en este gran activo, actual y futuro, de sus organizaciones. Además, las universidades y sus planes de carrera tendrían que dar cabida a esta disciplina cuanto antes, potenciando iniciativas educativas como STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), pero ajustado al mundo de la programación y la seguridad de esta modalidad, cada vez más popular entre empresas.
En todo caso, las habilidades en esta materia tendrán que fomentarse rápidamente, porque el entorno y las tecnologías avanzan a gran velocidad, son muy disruptivas y precisan de profesionales que sepan afrontar los cambios, con conocimientos y experiencias.