¿Sabes si va bien el negocio? ¿Cómo estar seguro sin la monitorización de los principales indicadores financieros? En cualquier área empresarial, la recogida de métricas se ha convertido en algo casi rutinario. Definir indicadores, designar la frecuencia del seguimiento y todo listo para engrosar el conocimiento que alimenta la exigente inteligencia de negocio actual. Por supuesto, el área de las finanzas no podía ser menos.
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Basarse en intuiciones, opiniones o impresiones no garantiza la fiabilidad necesaria ni permite alcanzar la tranquilidad de saber que el negocio marcha a buen ritmo sin problemas. No hay sustituto para las cifras a la hora de medir la salud financiera de una organización y ahí es donde entran en juego los indicadores financieros.
Medir el desempeño en diferentes áreas permite seguir de cerca los resultados financieros de la empresa y resulta esencial para el éxito a largo plazo. Esta monitorización aumenta su efectividad si se construye en torno a indicadores financieros como el margen de beneficio bruto, el neto, las cuentas pendientes de cobro o la liquidez.
Además, no pueden olvidarse otros KPIs, que proporcionan una imagen completa de la realidad, que revela la salud financiera del negocio al permitir bucear en una perspectiva que incluye, desde los históricos, hasta las predicciones de los resultados futuros.
Los cinco indicadores financieros más reveladores son los siguientes:
1. Crecimiento de ingresos real: este KPI muestra el crecimiento real anual de los ingresos en función del índice de beneficio bruto. Las causas de sus fluctuaciones pueden ser, bien el aumento o disminución de los precios finales a los compradores, bien las reducciones o incrementos en los costos de los bienes vendidos.
2. Crecimiento ingresos sostenible: informa acerca de hasta qué punto puede llegar el crecimiento de los ingresos reales anuales de un negocio de acuerdo a los recursos disponibles en el balance general. Si el negocio sigue creciendo a un ritmo más rápido que el de crecimiento de los ingresos reales sostenible, es posible que se llegue a una situación en la que la empresa se vea sin recursos para financiar este crecimiento.
3. Política de precios e índice de precios: una buena política de precios trata de mantener determinado margen de beneficio bruto. El mantenimiento de ese margen específico es parte de la identidad de marca, por lo que, si no se logra garantizar, puede alcanzarse una situación que ponga en peligro la estabilidad de la percepción de valor de productos o servicios por parte de los clientes. Se trata pues de uno de los indicadores financieros más necesarios.
4. Capital de trabajo negativo contra el positivo de operaciones: una mala adaptación del capital de trabajo causará problemas constantes y costosos para la empresa. Conocer la necesidad potencial de capital de trabajo es una medida importante para la determinación de la financiación futura de la empresa ya sea a corto, medio o largo plazo.
5. Costo de capital: éste es uno de los indicadores financieros más útiles ya que representa la cantidad que se está pagando para financiar el negocio a través de deuda y efectivo. A través de sus métricas se logra un punto de referencia clave para mejorar el valor de la empresa.
Para responder a estos desafíos, en el mercado hay soluciones como es el caso de IBM Cognos que ayudan a las empresas en los procesos de toma de decisiones orientadas a mejorar los resultados del negocio, y que al mismo tiempo satisfacen las necesidades de todos sus usuarios, desde los usuarios de negocio en las líneas frontales hasta los gerentes de negocio, los financieros y los analistas avanzados.
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