Para todo negocio es muy importante tener claro cómo implementar un buen reporting financiero. No obstante, no sólo hay que saber cómo aplicarlo sino que, a la hora de confeccionar el reporting financiero, hay que dirigirlo hacia las necesidades del negocio.
Esta recomendación a veces es obviada en el proceso creativo y analítico, y las consecuencias de esta falta de enfoque son:
Pérdida de valor.
Limitación de la capacidad de análisis.
Dificultades de comprensión en el receptor del informe.
Visiones contrapuestas.
Para prevenir y evitar dichas consecuencias, es recomendable:
Asegurar que se cubren las necesidades del negocio en materia de reporting.
Integrar los elementos del reporting financiero, es decir:
Cubrir el reporting interno y el reporting externo.
Acatando estas premisas se asumen las responsabilidades del Departamento Financiero, tanto de cara al negocio, como respecto a esos agentes externos a la empresa, tales como organismos públicos (comisión nacional del mercado de valores, la bolsa si cotizan en bolsa, a los bancos, o a una compañía de capital riesgo si fuera el caso), consejos de administración, auditores, etc.
Si además queremos ser autónomos creando y visualizando gráficos para informes de analítica sin la necesidad del departamento de TI, recomendamos la herramienta de IBM, Cognos Analytics, dónde podremos hacer nuestros propios dashboards que nos ayudarán con nuestras presentaciones.
Si queremos obtener buenos resultados debemos recurrir a la implementación de un reporting financiero dinámico que permite:
Hacer posible comparar diferentes perspectivas o enfoques en base a las necesidades de cada momento.
Alcanzar una mejor comprensión del presente en base a variables extraídas del pasado.
Minimizar el riesgo del negocio.