Con el fin de facilitar a los usuarios finales la navegación entre los datos y para asegurar que sus conclusiones están basadas en estándares corporativos, surge la necesidad de definir una estrategia que les guíe en la utilización optimizada del cuadro de mando.
La metodología, que basamos en nuestra experiencia, sugiere dibujar el croquis de navegación o camino crítico del cuadro de mando de forma previa a su diseño. Ése es el momento idóneo para definir la estrategia de navegación del mismo. Esta estrategia debe procurar proveer una navegación y análisis guiados que dispongan de:
- 3 niveles de profundidad de navegación, que abarcarían desde los niveles de necesidad de información más estratégicos hasta los más operativos, atendiendo a la profundidad, al nivel de detalle y a la concreción de los datos que se muestren:
• General y resumen ejecutivo. Alertas semafóricas de desviaciones.
• Análisis de impacto por las desviaciones.
• Análisis del detalle.
- La posibilidad de navegar a niveles inferiores a través de operaciones drill-down (navegando hacia el detalle sobre la misma pantalla). Es una navegación de padre a hijo, por ejemplo accediendo a resultados por provincia y por cada ciudad de esa provincia.
- La opción de navegar a niveles inferiores a través de operaciones drill-through (navegando hacia el detalle en otra pantalla). Permite jugar, dentro del nivel territorial de provincia, visualizando, en vez de las ciudades de esa provincia, los productos de ese área.
Definir la estrategia de forma previa al diseño es la única forma posible de garantizar su idoneidad. De esta forma, el uso del cuadro de mando es, en la práctica, tan eficiente, cómodo y tan intuitivo como se había imaginado en el momento de plantearse la necesidad de incorporar esta herramienta a los procesos de la organización.
Si estás interesado en cuadros de mando, puede que también te interese leer este articulo sobre el cuadro de mando integral.