Si bien existe en el mercado una amplia variedad de herramientas de business intelligence, son muy pocas las que disponen de herramientas específicas para la construcción de un cuadro de mando integral. La cifra se reduce aún más cuando se trata de encontrar aquéllas que cuentan con la certificación de Balanced Scorecard Collaborative, Inc. (BSCol), entidad investigadora especializada en la evaluación del rendimiento corporativo como proceso de gestión de valor añadido, fundada y dirigida por Robert Kaplan y David Norton.
Además, para optimizar su rendimiento, éstas deben permitir un entorno colaborativo, siendo mejor si hacen posible incluir el mapa estratégico de la organización y disponer de la funcionalidad de generar iniciativas, pudiendo supervisar los indicadores respecto a las metas establecidas.
Hay varias formas de saber si la plataforma que se va a elegir para construir el cuadro de mando integral cumplirá con las expectativas o no. Es necesario contar con cierto nivel de conocimiento sobre lo que se busca, para poder rechazar de entrada todas las propuestas que no cumplan con nuestros requisitos, como aquéllas que no ofrezcan una cierta flexibilidad o una probada escalabilidad. Después de la primera preselección, quedarían sólo los mejores candidatos, y entre ellos hay que revisar que ofrezcan:
- La citada certificación de Balanced Scorecard Collaborative, Inc. (BSCol), garantía de confianza y de cumplimiento de altos estándares de tecnología y expertise.
- Flexibilidad amigable. El entorno cambia, el negocio se transforma y una herramienta estática pone trabas al avance de la organización, limitando su capacidad. Por eso, sólo las soluciones de cuadro de mando integral de última generación brindan la capacidad de incluir, sustituir o modificar el cálculo de indicadores y, paralelamente, la presentación de los mismos en informes, mapas estratégicos o diagramas de causa-efecto.
- Fácil implementación, porque el cuadro de mando integral ha de calar a todos los niveles de la organización. Además, se necesita que la alta dirección pueda controlar plenamente el tiempo y el contenido de las informaciones publicadas en internet.