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Definición del cuadro de mando integral: establecimiento de los objetivos estratégicos

Escrito por Logicalis | 16/12/13 7:00

Para obtener una visión de la empresa que no se limite al corto o medio plazo y lograr, al mismo tiempo, desmarcarse del constreñimiento que imponen las variables típicas de negocio, es necesario utilizar una herramienta de gestión con todas las posibilidades que ofrece el cuadro de mando integral. Pero, para optimizar su uso, es necesario saber diferenciar los distintos tipos de objetivos y tener la capacidad necesaria para coordinarlos, en aras de su alineación con la estrategia de la empresa.

 


 

Una vez logrado, es el momento de integrar los objetivos estratégicos dentro de la perspectiva del cuadro de mando donde quedarán encuadrados:

- Financiera: el aumento del beneficio sería el fin último perseguido por los objetivos que aquí se engloben. Para llegar hasta allí es necesario atender a criterios de rentabilidad, inversiones, crecimiento, etc. y en esta línea deben plantearse los objetivos estratégicos que contribuirán a definir el cuadro de mando integral en este plano.

- Relación con el cliente: esta faceta debería ser una de las que concentrasen mayores esfuerzos, ya que la relación con el cliente, positiva, y su satisfacción, son las que depararán un futuro al negocio. La creación de valor en este sentido es tan importante como el mantenimiento de los frutos conseguidos. Esta perspectiva requiere ser tratada como materia sensible y es una de las principales fuentes de aprendizaje para la organización a todos los niveles. Puede ser interesante centrarse en aspectos como el aumento de cuota de mercado o la disminución del índice de reclamaciones, entre otras.

- Procesos internos de negocio: encontrar la fuente de las ventajas competitivas es la esencia que deben reflejar los objetivos que configuren esta perspectiva. Todos los factores que puedan diferenciar a la compañía de sus competidores, sus puntos fuertes y todo aquello que pueda contribuir a alzarla hasta esa ansiada posición de poder, deberán contarse entre los objetivos en este campo. Para definirlos hay que intentar encaminarse hacia la excelencia empresarial por el camino de la mejora continua aplicada a todos los procesos sin excepción.

- Desarrollo y aprendizaje: que reunirá a todos esos objetivos que posibiliten fomentar el crecimiento, la evolución, la productividad y la eficacia, todo ello de forma sostenible en el tiempo. La consigna debe ser sentar las bases de un futuro tangible para la existencia de la empresa en su entorno, que se apoye en la innovación, la responsabilidad conjunta e individual de toda la organización, la formación continua y la promoción del talento.