Todo proyecto, toda nueva fase, cuenta con la poco necesaria presencia de uno, o varios, talones de Aquiles al acecho, para comprometer sus posibilidades de éxito. Quienes saben de análisis estratégico y son expertos en su propia materia ven oportunidades en las amenazas y por ello, encontrarían que estos riesgos que planean sobre la definición de una estrategia de Mobile Intelligence son en realidad factores de éxito. Todas las estrategias de movilidad cuentan con tres en común:
- Gestión del cambio: la forma de liderar y administrar el proceso de “culturización” paulatina de la organización guiándola hacia el pleno uso y disfrute de las nuevas tecnologías y procesos adoptados.
- Usabilidad: que vendrá directamente determinada por una efectiva gestión del cambio, ya que es allí donde se potenciarán los valores que multiplicarán la eficacia de la estrategia implantada. Del uso de las nuevas posibilidades y su frecuencia de utilización dependerá directamente la percepción de éxito o fracaso de la movilidad.
- Resultados: tanto a nivel de reducción de costes como a nivel de optimización de procesos, la forma más objetiva de comprobar que las iniciativas recién adquiridas van por el buen camino.
Procurar que las necesidades y requerimientos de los principales usuarios/beneficiarios de esta estrategia se vean satisfechas es la mejor manera de aproximarse a la consecución de estos factores tan necesarios para garantizar el éxito. Algunas pistas para lograrlo llegan de la mano de factores funcionales como:
Vista de gráficos y reportes: en el formato y modo deseado, en todo momento y en cualquier lugar.
Alertas y eventos: que avisen de desviaciones y enlacen de forma automática con objetivos.
Dashboards (KPI Monitoring): buscando la personalización máxima de la experiencia usuaria.
Multi-idioma: para no frenar a tendencia globalizadora y simplificar procesos de integración.
Selectores y filtros de datos: que agilicen la navegación y optimicen su funcionalidad.
Drill-Down: imprescindible para poder centrarse en los detalles más importantes.
Mapas: incorporando la función GPS a la estrategia individual.
Requerimientos de explotación de información on-line y off-line: que hacen posible que todo el tiempo sea tiempo efectivo, ganado en productividad, comunicación y actualización.
Identificar y definir de forma correcta los KPI's es importante dada su estrecha relación con la capacidad de disponer de una visión focalizada en cuanto a las métricas e información crítica de cada área del negocio. Para ello hay que centrarse en medir en cada caso:
- Eficiencia: ratios de realidad vs budget, o realidad actual vs períodos anteriores.
- Valores económicos: concretados en resultados de valores dinerales.
- Calidad: resultados representados en función de un estándar mínimo objetivo.
La temporalidad de dichos KPI’s es fundamental para determinar las acciones a iniciar tras el proceso de toma de decisiones. Atendiendo a esta cualidad podríamos clasificar estos indicadores clave de gestión en:
KPI’s históricos: que representen lo acontecido en el pasado inmediato o histórico.
KPI’s en tiempo real: capaces de monitorizar el resultado de procesos operacionales a la vez que lanzan alertas on-line asociadas a ellos.
KPI’s predictivos: que hagan realidad la posibilidad de proyectar resultados futuros sin cambio de parámetros actuales (forecast).
KPI’s de simulación: preparados para monitorizar la proyección de posibles resultados de futuro en función de patrones de comportamiento actual e histórico.
El enfoque operacional desde el punto de vista funcional de los KPI's es indiscutible y no pueden faltar las cuatro perspectivas recomendadas por la metodología de Kaplan y Norton:
- Financiera
- Clientes / mercado
- Procesos internos
- I+D / Recursos Humanos
Lo que se consigue cuando se aplican sistemáticamente estos factores en la definición de la estrategia de Mobile Intelligence, es poder utilizar en cualquier dispositivo móvil lo mismo que se usaba en los sistemas tradicionales, pero además disfrutando de todas las aplicaciones propias de esta nueva tecnología.
Mantener la misma experiencia del usuario para minimizar la gestión del cambio y hacerla paulatina, al mismo tiempo que se incorporan funcionalidades, que por su utilidad constituyan valores añadidos; aumentará la motivación y la eficiencia, sacándole provecho a la tecnología móvil y facilitando esa "culturización" que encauzará la implementación de la estrategia.
Créditos fotográficos: "Abstract Networking Card" by digitalart