El concepto de Mobile Intelligence tiende a ser interpretado como el BI en un dispositivo móvil, sin embargo, las necesidades actuales de las organizaciones y las tendencias del mercado empiezan a requerir de mayor completitud funcional. Es necesario potenciar el alcance de la estrategia de Mobile Intelligence adoptada y, para conseguirlo, hace falta proveer a la plataforma o solución elegida de nuevas capacidades que complementen el clásico business intelligence.
La forma de establecer cómo completar la plataforma vendrá determinada por las necesidades usuarias, que habrá que tener en cuenta durante el proceso de definición de la estrategia de Mobile Intelligence. Algunos ejemplos de estos requerimientos son:
- Un usuario itinerante, aparte de necesitar ac
ceder a la información, por ejemplo, podría necesitar georreferenciarla y contrastarla con su situación actual expuesta en coordenadas, utilizando mapas interactivos. La única forma electrónica de conseguirlo es a través de un GPS.
- Un usuario de almacén haciendo inventario, aparte de necesitar información sobre el stock, podría precisar incorporar nuevas referencias (códigos de barras) de los productos inventariados. La única forma electrónica de hacerlo posible es a través de un scanner o cámara digital.
- Un usuario supervisor de tiendas, aparte de necesitar los datos de resultados de la tienda, podría beneficiarse de completar dicha información con las respuestas a encuestas de satisfacción realizadas a pie de tienda.
- Un usuario de la fuerza de ventas, agente comercial, a la vez que accede a la información de ventas, podría necesitar realizar su presupuesto o forecast de ventas.
- Un director comercial, además de disponer de la información de ventas en sus cuentas claves, disfrutaría de las ventajas de poder explotar información multimedia dentro del mismo entorno.
Estos son apenas, un puñado de necesidades más allá del BI que se deberían tener en cuenta con el fin de satisfacer a los beneficiarios y de dar cobertura para alinear el plan de movilidad con el negocio.
El tener la capacidad de incorporar datos desde el dispositivo móvil, de interactuar activamente con la información, confiere un alcance de cobertura funcional que supera con creces el concepto de BI tradicional, fundamentado en principios que no pasan de la simple lectura.
Sin embargo, el business intelligence es, por definición, mucho más que eso. O al menos debería serlo. No se trata de leer información a la que se tiene acceso, sino que debería incorporar otras posibilidades a través de la solución elegida para implantarlo, como:
Introducir datos.
Incrustar contenidos multimedia.
Sacar provecho de toda las funcionalidades de los dispositivos móviles: desde su funcionalidad principal, que es la pantalla táctil, hasta todas las otras que incorporan estas tecnologías tales como la cámara, los altavoces, el GPS, etc.. No todas las soluciones existentes en el mercado ofrecen esta alternativa, que combina la interacción del usuario con la suma de las funcionalidades del propio dispositivo desde donde se explota la información. Quienes optan por una herramienta de este tipo ganan en agilidad, en lógica, en cohesión, en automatización, etc. Y, de hecho, esta opción es la única forma de alinear la movilidad, y todo lo que conlleva, con la estrategia y con el negocio.
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