En poco tiempo hemos asistido a una mutación profunda del panorama empresarial en lo que a gestión de datos se refiere. Si hace apenas dos décadas, la gestión de datos en los términos que hoy la planteamos ni siquiera aparecían entre las prioridades corporativas, en escasos años los datos no solo han cobrado una importancia mucho mayor, sino que han devenido el valor, el activo más celosamente guardado por compañías de todo tipo y sector.
Sin embargo, como hemos señalado en distintas ocasiones, la evolución de Big Data requiere hoy superar el actual estado de isolamiento, celo y atomización, y apostar por la colaboración intercorporativa para hacer frente a los nuevos retos que el futuro más cercano plantea a la gestión de datos.
Se estima que en los próximos dos años el volumen de negocio asociado a Big Data y las soluciones de análisis y gestión de datos se multiplicará por 6, incrementándose a un ritmo sostenido de más del 25% y superando la cifra de los 40 mil millones de dólares. A todas luces, una fuente de oportunidades de negocio que ha provocado los primeros movimientos estratégicos por parte de las grandes compañías, un camino que seguro pronto seguirán organizaciones de menor calado.
Un camino que pretende conducir a un mayor aprovechamiento de Big Data y de la ingente cantidad de datos que no solo se acumula hoy en las bases de datos corporativas, sino que se estima crecerá exponencialmente a lo largo del próximo lustro y que exige, para ello, el establecimiento de contactos, pactos y alianzas entre compañías que ofrecen productos y servicios complementarios.
El ejemplo en este caso nos llega de los Estados Unidos, de la mano de IBM, General Electric, Verizon (una de las compañías líderes del sector de la telefonía en los EE. UU.) y otras corporaciones firmantes del acuerdo por el cual se establece una alianza entre las mismas, con el objetivo inmediato de establecer parámetros y estándares para el uso de la plataforma hadoop, y la meta a medio plazo de diseñar ofertas conjuntas de nuevos productos y servicios.
En este sentido, IBM ofrece la solución InfoSphere BigInsights, una oferta de Hadoop estándar del sector que permite a las empresas gestionar, analizar e implementar el big data de un modo rentable.
Es evidente que las grandes corporaciones han entendido hasta qué punto el trabajo colaborativo redunda en un mejor aprovechamiento de los datos disponibles, no solo en términos de análisis y gestión para sus propios fines y usos particulares, sino también (y muy especialmente) para el aprovechamiento de nuevas oportunidades de negocio, que solo será posible explotar diseñando soluciones conjuntas, eficientes, integrales y eficaces a las nuevas necesidades de clientes y consumidores.
Como lección a aprender de lo que se desprende entre líneas, podemos añadir que los tiempos en los que Big Data crecía libremente y sin control aparente han quedado atrás; con estas nuevas alianzas, también se persigue un objetivo claro y evidente: sentar las bases para establecer criterios de estandarización, encarrilando y controlando el crecimiento de Big Data. Esto, que hasta cierto punto puede parecer una novedad, hace tiempo que figura en el horizonte de posibilidades de Big Data, algo que entre mito y realidad (para conocer con detalle otros mitos y verdades sobre la cuestión, recomendamos la guía gratuita Los 15 mitos de Big Data) ha superado escollos y dificultades para encontrar, finalmente, el camino de su realización efectiva.
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