Más volumen, más variedad, más velocidad. Las 3 «V» de Big Data crecen a un ritmo exponencial, planteando serios retos para el aprovechamiento de los datos.
Disponer de una estrategia corporativa de gestión de datos ha dejado de ser, hoy, una opción para instalarse en el terreno de las exigencias, de las necesidades apremiantes que urgen para no perder competitividad, aprovechar al máximo las nuevas oportunidades de negocio y mejorar la imagen de la compañía en el mercado.
Una estrategia de análisis y gestión de datos que debe contemplar, necesariamente, la adopción, la integración y el manejo adecuado de herramientas de visualización, que traduzcan los datos disponibles en información y conocimiento relevante para la toma de decisiones en cualquier momento y lugar, para servir a los fines más diversos, con la suficiente agilidad, inmediatez y precisión.
La referencia anterior a las herramientas de visualización partiendo de la estrategia de análisis y gestión de datos corporativa no es de ningún modo casual: entre los errores más comunes cometidos por empresas y organizaciones de todo signo se halla, precisamente, el considerar el uso de herramientas de visualización de datos a parte y de un modo independiente de la estrategia de análisis y gestión adoptada (eso en el caso de disponer de ella).
Por este motivo, el primer y más fundamental de los puntos a tener en cuenta para sacar el máximo provecho de las herramientas de visualización, es que se enmarquen en un contexto determinado por una sólida estrategia de análisis y gestión de datos, que a la vez sea lo suficientemente flexible para integrar nuevos objetivos en función de las necesidades que puedan ir surgiendo con el tiempo.
La guía 10 claves para definir tu estrategia corporativa de gestión de datos, completamente gratuita, aporta la información necesaria para entender, entre otros asuntos de importancia, hasta qué punto es clave definir unos objetivos estratégicos claros en la gestión de los datos corporativos.
Lo anterior redunda, sin duda, en un mejor aprovechamiento de las herramientas de visualización: teniendo claros los objetivos acotamos la información mostrada, simplificando y optimizando las presentaciones.
Otro aspecto a tener en cuenta (y también muy relacionado con la adopción de una estrategia eficaz) es la concreción de los indicadores KPI: su número debe ser limitado y, al mismo tiempo, lo suficientemente amplio para que la información mostrada no sea ni sesgada (por exceso) ni peligrosamente difusa (por deficiencia en el número de los KPI seleccionados como filtro).
Y para cerrar este apartado de recomendaciones para una mejor explotación de las herramientas de visualización, anejo a la estrategia de análisis y gestión de datos, sin duda debemos mencionar su importancia, crucial, para la posibilidad de contar con datos de calidad. Es en el momento de definir e implantar nuestra estrategia corporativa cuando tenemos que disponer (y automatizar, en la medida de lo posible) los filtros necesarios para asegurar que los datos con los que cuenta la organización son completos, fiables y de calidad.
Ya en otro orden de cosas, con menos relación con la estrategia de análisis y gestión pero fundamental para el óptimo aprovechamiento de las herramientas de visualización, encontramos cuestiones como la elección del tipo de gráfico con el que mostrar la información aportada por los datos seleccionados, el código de colores empleado en las presentaciones y otros aspectos relacionados con las opciones de personalización de la herramienta, que pese a no ser asuntos en absoluto menores, sí se hallan expuestos con el detalle y la profusión necesarios en la guía Visualización de datos: el poder de lo visual en la presentación de tus reportes, un recurso completamente gratuito e indispensable.
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