Hay sectores en los que la detección de riesgos es mucho más que una simple cuestión estadística. La analítica predictiva ha simplificado la forma de proceder ante situaciones de este tipo, permitiendo una mayor prevención, que reduce al máximo las posibilidades de aparición de factores susceptibles de desembocar en circunstancias indeseables. Sin embargo, su mayor aportación es la del conocimiento que, a través de pronósticos basados en datos objetivos, otorga a las empresas una precisión sin precedentes en la toma de decisiones.
El sector financiero y el de los seguros son los principales beneficiados, aunque no los únicos, de las nuevas formas de detección de riesgos que los avances tecnológicos han impulsado. La segmentación de clientes, la creación de patrones y el descubrimiento de tendencias son algunos de los resultados que, gracias a las técnicas de modelado predictivo, se convierten en fuente de ahorro y de ingresos para las empresas de estos ramos.
La analítica avanzada permite llevar a cabo procesos de alta eficacia aplicados a la detección de riesgos que se estructuran de la siguiente forma:
1. Descubrimiento de datos.
2. Análisis de datos.
3. Elaboración de predicciones.
4. Puesta en marcha de mecanismos preventivos.
5. Planificación de respuestas aplicables a cada tipo de riesgo que pueda plantearse.
Estas soluciones de predictive analytics deben contar con los medios que permitan a las empresas alcanzar tres estadios de conocimiento que les ayuden a la elaboración de respuestas. Son los siguientes:
Identificación de los distintos tipos de riesgo.
Conocimiento de las fuentes de riesgo.
Comprensión del riesgo y el alcance de su impacto.
El reto de la analítica predictiva aplicada a la detección de riesgos no es sólo la elaboración de pronósticos acertados, sino que tiene que ver con:
La optimización de la capacidad de diagnóstico: ya que cada vez se descubre mayor sofisticación en los agentes causantes del riesgo, que obliga a ponerse, al menos, al mismo nivel y a la velocidad necesaria.
La consecución de un equilibrio entre servicio al cliente y detección de riesgos: porque la prevención no puede actuar en contra de la satisfacción del cliente, que siempre debe estar garantizada, a pesar de todas las medidas de seguridad que se tomen.
La economía de costes: tanto en lo relativo a la inversión tecnológica como en lo concerniente a las acciones a tomar para prevenir o reaccionar ante el riesgo detectado.
En cualquier caso, los avances en el área de la detección de riesgos reportan grandes ventajas a los negocios, que impactan en su estrategia y se reflejan en sus resultados, siempre un paso por delante de la competencia. La diferencia entre las empresas que optan por la incorporación de técnicas de última generación de detección de riesgos y las que deciden no hacerlo es crítica para su sostenibilidad y, cada vez menos, una alternativa a desechar. Las reglas de mercado se imponen y, por eso, visibilidad y objetividad son una necesidad prioritaria.
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