Vivimos en una era donde el gobierno de los datos cada vez cobra más protagonismo. La enorme disparidad de datos exige la implementación de nuevas tecnologías que nos faciliten su procesamiento y, a su vez, un óptimo rendimiento; dando paso al uso de la Metodología Agile quien gana terreno dentro del sector corporativo, permitiendo adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado en el que operan.
Sin embargo, las tareas adheridas al manejo y gestión de los datos constituyen, en muchas ocasiones, la principal barrera a la innovación en una organización. Sus miembros necesitan las mejores armas para competir, pero los costes derivados de su correcta administración y seguridad deben seguir controlados, no sufrir riesgos y ofrecer el mayor rendimiento posible. Para encontrar el mejor rumbo en esta carrera debemos buscar una hoja de ruta que nos indique el camino más adecuado para nuestros propósitos. Logicalis sugiere IDM.
Acceder a los datos adecuados, en el momento oportuno, es más relevante que nunca en estos tiempos, pero requiere una ágil administración de los recursos y de las nuevas tecnologías que se precisan. Esto puede marcar el éxito de una venta, negocio o cambio de rumbo acertado.
La metodología IDM constituye, desde hace algunos años, esa guía que sienta las bases de una correcta gestión integrada de todos los datos. Como resume su nombre Integrated Data Management, se trata de un modelo integral, ideado por IBM, para extraer el máximo partido a todos los recursos de información disponibles. De una forma completa, mejora las prestaciones y capacidad de gestión de estos activos, garantiza su protección y privacidad y permite alinearlos de forma más efectiva y cercana a los objetivos de cada momento.
Su papel no es el de un mero controlador de la evolución y crecimiento de los datos, va más allá y es responsable de respaldar la operativa actual y futura del negocio, un valor añadido fundamental que supera claramente el mero soporte de herramientas y aplicaciones.
Favorece la agilidad, porque logra una distribución de las nuevas soluciones más rápida y pertinente, mejorando el diseño, desarrollo y despliegue de las mismas, y su integración en la estrategia global del negocio. Y lo logra sin interferir la actividad, presionar los procesos o incurrir en riesgos.
Asumir la avalancha de nuevos datos de clientes, del número de usuarios simultáneos con diferentes ubicaciones y ajustar, de forma proactiva, toda la instalación a este volumen, constituye un enorme reto que también debe ser correctamente gestionado. Todo ello con simplicidad y seguridad, llevando a cabo procesos de prueba que eviten errores al distribuir aplicaciones, ajustándose también al cumplimiento normativo que corresponda.
El modelo IDM sirve a todos estos propósitos; alivia la sobrecarga y complejidad de algunos entornos, maximiza sus prestaciones y el retorno de la inversión, favorece su evolución y prepara los recursos IT para responder a los retos de negocio de las compañías, su crecimiento futuro y la confianza de sus clientes.
Definir el valor de los datos, en cada etapa de su ciclo de vida, para luego establecer políticas de archivo, almacenamiento, acceso y retención de datos, es un aspecto clave para elevar la posición competitiva. Descubre eficiencias internas, pero sobre todo, pone aplicaciones, bases de datos y plataformas al servicio de la estrategia de negocio.