El impacto de Big Data se ha dejado sentir en prácticamente la totalidad de sectores económicos, y en los años venideros sin duda asistiremos a un crecimiento exponencial de su ámbito de influencia.
Ya hemos tratado este asunto en numerosas ocasiones, atendiendo entre otras cuestiones al desarrollo de soluciones de inteligencia de negocio y herramientas de analítica predictiva especializadas por sectores de negocio. Sin embargo, poco hemos aludido hasta el momento a una cuestión tan transversal (desde el punto de vista de los sectores productivos) como fundamental para la inmensa mayoría de las organizaciones: la repercusión de Big Data en la planificación y la gestión de la cadena de suministro (CdS), o la Supply Chain Management.
Aún hoy, al hablar de Big Data y la gestión masiva de datos, hay quien piensa en ello como una opción que permite mejorar el conocimiento sobre la propia organización y su entorno, como un recurso más para la detección y el aprovechamiento de nuevas oportunidades de negocio, como un sólido apoyo para la toma de decisiones, sí, pero siempre en clave optativa. Craso error.
Big Data ya no es, en absoluto, una opción; no se trata de un recurso más ni de una alternativa, sino de la pieza central del nuevo tablero de juego para los negocios, el eje alrededor del cual se articula un nuevo paradigma empresarial. Nos guste o no, desenvolverse con soltura en el escenario dispuesto por Big Data es una necesidad cada vez más vital; una cuestión, simple y llanamente, de supervivencia.
Encontramos pruebas de ello en prácticamente todos los sectores de negocio, pero sin duda uno de los terrenos en los que más patente se hace esta condición es en la planificación y la gestión de la cadena de suministro.
La Supply Chain Management ha sufrido enormes transformaciones en los últimos años. Ha tenido que lidiar y adaptarse a las condiciones impuestas por la globalización de los mercados, el desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y un mercado con una demanda de bienes y servicios cada vez más especializados. Nuevos retos que, de un modo claro y evidente, han transformado para siempre la gestión logística tradicional.
Claro que todo ello, a su turno, ha ampliado el horizonte de oportunidades de negocio hasta límites insospechados hace escasas décadas. Retos y oportunidades que solo pueden ser, respectivamente, afrontados y aprovechadas integrando, con un papel preponderante, a Big Data y las herramientas de análisis de datos en la consideración de la cadena de valor.
El rol de Big Data y el tratamiento masivo de datos en la planificación de la cadena de suministro, eminentemente orientada a obtener un mayor grado de satisfacción del cliente o consumidor, no es en modo alguno tangencial o secundario, sino todo lo contrario: el análisis y la gestión de datos desempeñan un papel absolutamente determinante en la planificación de la cadena de suministro, en todos y cada uno de sus eslabones.
Un papel que no solo condiciona el desempeño efectivo de procesos y tareas implicadas en la gestión de la cadena de suministro, sino muy especialmente a su planificación estratégica integral. Desde el aprovisionamiento hasta la distribución pasando, evidentemente, por la producción, la gestión de almacenes y stocks, la planificación financiera y todas las áreas capitales implicadas en la Supply Chain Management dependen, cada vez más, de la estrategia de gestión de datos y de las herramientas tecnológicas que para este fin adopte la organización, una cuestión que se expone con detalle en la guía 10 claves para definir tu estrategia corporativa de gestión de datos, un recurso ineludible para entender el alcance de Big Data en la planificación y la gestión CdS.
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