Gartner publica sus predicciones en materia de big data para inteligencia empresarial en 2016 y logra, una vez más, sorprender. Nuevos usos de la información y tecnología punta se alían para conseguir que las organizaciones se sumerjan en el pragmatismo y reconsideren procesos, sistemas y datos. El viaje hacia el futuro se hará ligeros de equipaje, o eso parece. ¿Listos para dejar atrás todo lo que ata y realmente no sirve?
Créditos fotográficos: istock dolgachov
Según explica Doug Laney de Gartner en la revista online Forbes, "para el año 2020, la información será utilizada para reinventarse, digitalizar o eliminar el 80% de los procesos de negocio y los productos de una década antes". ¿Qué significa esto? ¿Cómo se puede saber lo que debe dejarse atrás y lo que todavía es imprescindible para el negocio?
El crecimiento y la fuerza de los medios digitales es tan imparable como la confirmación del potencial del internet de las cosas. Ambos elementos participan de forma muy activa en la cadena de valor de cualquier empresa, en cualquier sector. Para muchos negocios, estos datos constituyen el nuevo núcleo estratégico y, realmente, muchos de los registros históricos, bastantes de los procesos e, incluso, algunas aplicaciones que hasta hace no demasiado tiempo resultaban "core" para la inteligencia de negocio, han ido, progresivamente, diluyéndose en un ritmo frenético que precisa de mayor eficacia, agilidad e inmediatez.
La automatización de procesos es la única alternativa coherente y, en esta línea, la digitalización también aumentará su peso en la toma de decisiones, de la mano de los algoritmos detrás del machine learning y la inteligencia artificial.
La inteligencia empresarialvariará de composición, quizás no en el 2016, pero sí en los próximos cuatro o cinco años; minimizando su factor humano que, a la vez que reduce su proporción de participación, aumenta su relevancia y peso, requiriendo perfiles cada vez más especializados, roles mejor cualificados y no conformándose con la intervención que no esté basada en el talento, en el sentido más genial de la palabra. Y, a su servicio, las cosas, que se convierten gracias a la conectividad en su propio agente de comunicación y en prestadoras de servicios cuando así sea solicitado a instancias de usuario.
Según expresa el mismo experto de Gartner, "En 2017, más del 20% de los despliegues de análisis de cara al cliente proporcionarán información de seguimiento de productos aprovechando el internet de las cosas".
La inteligencia empresarial tiene que estar preparada para dar respuesta y para hacerlo con la rapidez necesaria. Los clientes ahora exigen mucha más información de sus proveedores y lograr su satisfacción requiere de:
Las novedades en materia de inteligencia empresarial no influyen en que una de las metas últimas del BI siga siendo el mejorar la transparencia y fortalecer las relaciones con clientes y socios. la inteligencia empresarial que llega implica hacer cambios, dejar atrás los enfoques tradicionales, tomar riesgos siempre calculados, pero, sobre todo, es, más que nunca el vehículo diferenciador de la organización y una parte clave de su modelo de negocio.
Post relacionados: