¿Te has parado a pensar que hoy día tenemos más poder en nuestros teléfonos inteligentes del que los mejores y más potentes ordenadores tenían hace 30 o 40 años? ¿Sabes que Ray Kurzweil predijo que la potencia de cálculo de un ordenador superará la de un cerebro humano en sólo cuatro años (veinte mil billones de cálculos por segundo)? ¿Te interesa la inteligencia artificial (IA)? ¿Está tu negocio preparado para el futuro?
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La inteligencia artificial es un término muy singular que en sus inicios se asoció a la mente brillante de algunos de los autores de ciencia ficción más prestigiosos para, pocos años después, convertirse en una realidad.
Poco a poco, la inteligencia artificial formaba parte de la vida de las personas, de manera natural, sin estridencias. Su avance silencioso se ponía de manifiesto en:
Los coches: desde los frenos antibloqueo hasta el equipo que sintoniza los parámetros de los sistemas de inyección de combustible. Un ejemplo más es una de las últimas novedades en el mundo de la automoción, la auto-conducción de coches de Google, que ya se está probando y que contendrá robustos sistemas que permitirán a os coches percibir y reaccionar ante el mundo que los rodea.
Los teléfonos: la navegación que se lleva a cabo usando el mapa de aplicaciones, el poder recibir recomendaciones musicales a medida a través de Pandora o comprobar el parte meteorológico son, entre otras muchas actividades cotidianas, también fruto de aplicaciones de inteligencia artificial.
El email: los filtros de spam del correo electrónico son un clásico ejemplo, que comienza averiguando qué es spam, diferenciando qué es correo no deseado y qué es correo deseado para, después, aprenderlo y adaptar su inteligencia a la experiencia usuaria y las preferencias particulares.
Aquí no termina la lista. El buscador y el traductor de Google son también inteligencia artificial, los sistemas de reconocimiento de voz, el sistema de aterrizaje de los aviones, el suministro de noticias de Facebook... Y hay mucho más. No es casualidad que, después de interesarse por un producto en Amazon, después el usuario encuentre publicidad sobre ese mismo artículo en diferentes páginas web...
La aplicación a los negocios de las ventajas de la inteligencia artificial no podía hacerse esperar. Sin embargo, entenderla implica conocer algunos hechos sobre IA:
La inteligencia artificial en sus inicios no estaba arraigada en la estructura de la tecnología.
Hoy es capaz de construir donde no existía nada antes.
Big data es un hecho y es hora de poner la vista en el aprendizaje automático, también conocido como machine learning.
Es el uso de la computación cognitiva como parte de una aplicación el que propicia el inicio de la era de la tecnología integrada.
Aplicada a los negocios, la inteligencia artificial permite:
Automatizar las correlaciones y construir los modelos.
Ahorrar en recursos y aumentar la velocidad.
Acceder a una mayor variedad de análisis de forma automática.
En ninguna parte la inteligencia artificial ha tenido un mayor impacto en las primeras etapas del siglo XXI como en la oficina. Las tecnologías de aprendizaje automático están impulsando los aumentos de productividad como nunca antes se había visto. Desde herramientas de gestión de flujo de trabajo a la predicción de tendencias y patrones. La inteligencia artificial está cambiando la forma en que hacemos negocios. Un llamativo ejemplo de esta transformación es la designación, por parte de una firma de capital de riesgo japonesa, de un sistema de IA como miembro de la junta, por su capacidad para predecir las tendencias del mercado más rápido que los humanos, tal y como explica el Daily Mail en un reciente artículo.
Si Big Data es una mina de oro para las empresas, la inteligencia artificial es la herramienta que consigue extraer todo su valor, aumentando la eficiencia de la organización a la vez que reduce drásticamente la probabilidad de que se cometan errores críticos.
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