En otras ocasiones ya hemos hecho referencia a la creciente centralidad que ocupa la movilidad, junto al análisis de datos, en los proyectos de Business Intelligence. La correcta convergencia e integración de las herramientas de análisis y movilidad en un proyecto BI son condición necesaria para el éxito de cualquier estrategia corporativa, dos elementos clave que considerados en su justa medida se fortalecen y complementan entre sí aportando optimización y eficacia en la toma de decisiones.
Estos dos aspectos fundamentales en cualquier proyecto de Business Intelligence se encuentran en un espacio común, perfectamente definible e identificable por lo que se conoce como analítica de movilidad, es decir, el análisis de los datos aportados por los sistemas de movilidad sobre la movilidad misma, aquellos que tras ser tratados convenientemente permiten corregir y subsanar errores, incorporar mejoras y definir nuevas estrategias de movilidad más aptas y eficaces.
En sí, la analítica de movilidad no es más que lo que su mismo nombre indica: un análisis de los datos sobre la movilidad de una organización aportados por los mismos sistemas de movilidad integrados en un proyecto de Business Intelligence.
Por supuesto, no todos los datos capturados a través de dispositivos móviles e incorporados a la red corporativa son útiles para analizar el estado del sistema de movilidad de una empresa. Una lectura directa de los datos concretos referentes a compras, ventas y al estado de las relaciones con determinados clientes, por ejemplo, puede no ser relevante para la mejora del sistema de movilidad implementado; sin embargo, una segunda lectura de los mismos que contemple, con la suficiente perspectiva, el conjunto de operaciones llevadas a cabo mediante la red de dispositivos móviles de una organización sí puede ser relevante, y de un modo directo, para un análisis correcto del estado de su sistema de movilidad.
Para entenderlo mejor, pongamos un ejemplo práctico. Un agente comercial se dispone a iniciar su ruta siguiendo el protocolo previamente establecido: previa comprobación del buen estado de los dispositivos móviles y de las aplicaciones con las que cuenta para desempeñar su actividad, confirma la ruta preestablecida y activa el sistema GPS de su dispositivo para dejar una huella trazable de sus movimientos y visitas. Si este comercial pertenece a una compañía que ha implementado las herramientas de análisis de movilidad adecuadas a su proyecto de Business Intelligence, al cabo de la jornada el mismo agente y los responsables en la toma de decisiones de la corporación dispondrán de información relevante, mediante reportes de datos y gráficos de situación, sobre el rédito que ofrece la movilidad en su empresa. Así, comparando esta información con la obtenida en distintos periodos y por parte de diferentes agentes, se podrán optimizar rutas, detectar posibles déficit de atención a determinados clientes, mejorar ofertas y personalizar servicios, entre otras muchas medidas adoptables.
En esto consiste básicamente la analítica de la movilidad en un proyecto de Business Intelligence: en el análisis de datos sobre la misma movilidad, con el fin de obtener información relevante para tomar decisiones que redunden en la mejora del aprovechamiento de los sistemas de movilidad adoptados por la organización.
Ya lo anunciábamos al empezar: analítica y movilidad, que consideradas separadamente constituyen dos potentes agentes para el desarrollo de un sistema de Business Intelligence, se encuentran en el lugar común de la analítica de la movilidad para rendirse cuentas el uno al otro con el fin de sacar el máximo rendimiento, en un entorno de BI, a las herramientas de análisis de datos, sometiendo a constante evaluación la estrategia de movilidad que hayamos adoptado.
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