En otras ocasiones, hemos destacado algunas de las innumerables ventajas que presentan Big Data y las herramientas de analítica de datos para la gobernanza de la información en el sector sanitario, permitiendo una atención más personalizada a los usuarios, mejorar su nivel de alfabetización para la salud o detectar posibles situaciones de emergencia, entre muchas otras ventajas.
No cabe duda, por todo ello, de la propuesta de valor que representan las herramientas BI, y muy especialmente la analítica de datos, para maximizar los resultados de la estrategia adoptada por las organizaciones del sector de la salud.
Sin embargo, el escenario Big Data es altamente fluctuante y su constante evolución propicia retos cada vez mayores; especialmente complejos son los relacionados con el creciente número de fuentes que alimentan las data warehouses de todo tipo de organizaciones, por supuesto también las sanitarias, y que requieren contemplar la integración de datos como un elemento de suma importancia para la consecución de los objetivos planteados por la estrategia corporativa.
Actualmente, organizaciones de todo tipo, sector y especialización tienen acceso a tecnologías, sistemas y herramientas basadas en el análisis de datos, que les permiten detectar y sacar el máximo partido a las nuevas oportunidades de negocio que se abren en sus respectivos horizontes inmediatos. Y, claro está, las organizaciones y las instituciones del sector de la salud no representan excepción alguna en este sentido.
No obstante, si bien la integración de datos procedentes de diversas fuentes y canales (como las redes sociales) ha logrado hacerse un hueco, como clara propuesta de valor, entre las prioridades de compañías de distintos sectores económicos y productivos, para las organizaciones de ámbitos asistenciales como el sanitario, la integración aún es una asignatura pendiente.
Seguramente esto se deba a la poca visibilidad que, hasta el momento, han tenido los argumentos susceptibles de esgrimirse en apoyo a la integración de datos como propuesta de valor para la estrategia de gobernanza y gestión de la información de las organizaciones sanitarias, aunque ello no suponga, en absoluto, que se trate de argumentos menores o exentos de importancia; todo lo contrario.
Distintos proyectos piloto llevados a cabo en diferentes regiones del planeta han demostrado, por ejemplo, la utilidad de los datos recabados en algunas redes sociales para detectar y prevenir la propagación de ciertas epidemias recurrentes, como las de gripe, y en los casos oportunos tomar las medidas adecuadas para su control, tratamiento y extinción
En un sentido opuesto pero en la misma dirección, resulta sencillo comprender el valor que aporta la integración de datos procedentes de distintas fuentes y canales, para un diagnóstico acertado de ciertas afecciones comunes en determinadas regiones o zonas, propiciando un tratamiento personalizado, pronto y efectivo de los pacientes aquejados por ellas.
Para profundizar en la cuestión, recomendamos nuevamente la guía 10 claves para definir tu estrategia corporativa de gestión de la información, un recurso completamente gratuito que permite comprender, en toda su dimensión, la importancia de la integración como propuesta de valor para el desarrollo efectivo de la estrategia de gestión de datos adoptada.
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