Cada vez más, la visualización de datos adquiere un papel destacado e incluso preponderante en el sí de cualquier organización que maneje datos e informaciones para realizar sus operaciones más habituales.
El crecimiento exponencial del volumen de datos almacenados y disponibles para ser analizados a petición según las necesidades particulares de cada usuario o situación, junto a una exigencia cada vez mayor de rapidez e inmediatez en la toma de decisiones han convertido la visualización de datos en un puntal para la gobernanza de cualquier compañía.
No es de extrañar, por todo ello, que la visualización creativa haya cobrado, a su vez, una importancia más destacada, y que la imaginación se haya situado, en los últimos tiempos, en uno de los valores más codiciados y buscados en los profesionales que deban ocupar cargos directivos y gerentes (los que tendrán, al fin y al cabo, la responsabilidad última en la toma de decisiones), aunque no sea la única.
Por supuesto que, al hablar de visualización creativa, estamos aludiendo en cierto modo a la posibilidad de imaginar modos distintos de presentar los datos, normalmente con un fin muy concreto: evitar el efecto túnel, llegar al núcleo de la información y poder analizar las diversas situaciones que se afrontan desde distintas perspectivas antes proceder a la toma de decisiones que se estime oportuna.
La imaginación, por ello, es una cualidad que cotiza al alza en el mundo empresarial. La capacidad para hallar nuevos modos de visualizar los datos, de incluir en las visualizaciones nuevas variables no tenidas en cuenta hasta el momento, cambiar de perspectiva o manejar nuevas fuentes de datos según las necesidades concretas de cada situación requiere, fundamentalmente, grandes dosis de imaginación.
Pero, como decíamos, no es la única cualidad que interviene en la visualización creativa ya que, como destacábamos en posts anteriores, en ella también entra en juego la interactividad y la implicación del usuario: es fundamental contar con el compromiso de quien haga uso de las herramientas de visualización con la obtención del mayor grado de conocimiento posible, ya que solo de este modo se garantiza el necesario proceso de investigación de posibilidades que debe emprenderse para lograr una visualización de datos lo suficientemente creativa y dinámica, con el fin de sacar el máximo partido a la información contenida en los datos analizados.
La visualización creativa, por definición, es una cuestión dinámica y requiere implicación, vitalidad, interacción... y proactividad, no solo por parte de un único usuario sino de todos los agentes implicados y/o interesados en la obtención de información, por lo que la cooperación y el trabajo en equipo deviene una pieza fundamental del engranaje.
Entre otros asuntos de interés, y centrándonos únicamente ahora en las potencialidades que ofrecen para el campo de la visualización, las nuevas herramientas de inteligencia predictiva abren un horizonte prácticamente infinito de posibilidades, permitiendo combinar datos históricos con previsiones de futuro y predicciones objetivas en la exposición de datos. Sobre ello, la guía Visualización de datos: el poder de lo visual en la presentación de tus reportes aporta amplia información, además de exponer los criterios básicos a tener en cuenta para elegir la mejor herramienta de visualización según las propias prioridades y necesidades corporativas.
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