Falta menos de un año para que el nuevo régimen impuesto por Solvencia II sea de aplicación a todas las empresas aseguradoras y reaseguradoras. Desde los primeros pasos tomados en este proceso, las compañías del sector seguros se han ido acercando a la posición marcada por la Directiva. En su camino hacia el cumplimiento de los requisitos de los tres pilares de Solvencia II, la mayoría ya han logrado los siguientes hitos:
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Articular su ambición y expectativas en cuanto a la nueva era que se inicia con Solvencia II e incorporarla dentro de su estrategia global de negocios.
Desarrollar una estrategia para la adquisición y retención de talento y aplicarla para reunir a un equipo humano que se encargue de dirigir el proyecto. Determinar si cada persona están en su lugar y ostenta el rol más oportuno para conducir el proceso de Solvencia II.
Calcular el impacto de Solvencia II en la organización en global y en el funcionamiento de las estructuras empresariales en particular.
Evaluar los procesos de negocio actuales, cotejándolos con los nuevos requisitos en áreas clave, incluyendo datos, sistemas de TI, gestión de riesgos, estructuras de gobierno y modelos.
Desarrollar una estrategia de comunicación para las partes interesadas externas (reguladores, inversores y agencias de calificación), capaz de transmitir con claridad los resultados de la evaluación y gestión de riesgos y de capital.
Preparación, gobierno, estudios de impacto, modelos internos y casos de negocio son las áreas más críticas, donde se ha tenido que trabajar más duro. Pero, en esta cuenta atrás, en estos últimos meses hasta el 1 de enero de 2016, en que Solvencia II será ya una realidad, los principales retos se han superado, quedan pocos desafíos por delante y es momento de fijar la vista en las oportunidades que derivarán de este nuevo marco de trabajo.
Las empresas que se hallan en plena lucha para lograr asimilarse al nuevo régimen impuesto por la Directiva Solvencia II a tiempo, pueden apoyarse en el siguiente checklist que les ayudará a clarificar sus prioridades y aumentar la eficacia de sus decisiones. Todavía no es tarde:
1. Alineación del perfil de riesgo con la naturaleza y complejidad del negocio.
2. Existencia de un patrocinador ejecutivo para el proyecto de Solvencia II.
3. Realismo de la fijación de metas y plazos para la implementación de los requisitos.
4. Adecuación de la asignación de responsabilidades y recursos para la entrega.
5. Alivio de costes y prevención de interrupciones.
6. Idoneidad de las normas de valoración y procedimientos de gestión de riesgos y capital.
7. Impacto de Solvencia II en las estructuras organizativas y operativas de la organización.
8. Plan de identificación, retención y desarrollo del talento.
9. Impacto del nuevo marco de trabajo impuesto por la Directiva en la posición de capital de filiales y el grupo en su conjunto.
10. Eficiencia de capital de los productos.
Además, para optimizar esta puesta a punto a prueba de Solvencia II, resulta recomendable buscar la manera de aplicar el análisis de riesgo y de capital para aumentar la precisión de la toma de decisiones empresarial y colaborar con grupos de interés externos para manejar las expectativas.
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