¿Cómo lograr que un ordenador interprete una emoción? ¿Cómo conseguir que el cerebro humano pueda procesar exabytes de información en minutos?
Hoy día, gracias a las soluciones cognitivas es posible que una computadora entienda casi como lo haríamos las personas y que el usuario al otro lado de la pantalla, con el apoyo de un software como Watson, pueda aprovecharse de todo el conocimiento que al análisis de datos automatizados le brinda.
Las soluciones cognitivas se basan en una de las modalidades de inteligencia artificial con mayor potencial, el machine learning. También denominado aprendizaje automático, es el responsable de lograr que las soluciones de Watson Analytics trabajen a cuatro niveles diferentes.
El primero de ellos es la comprensión, que les hace capaces de analizar e interpretar todos los datos a su alcance, incluyendo texto no estructurado, imágenes, audio y video. El formato no importa, la velocidad a la que llega la información tampoco y su volumen es irrelevante. Una vez la máquina entiende los datos, el siguiente paso es el razonamiento. Gracias a esta capacidad puede, por ejemplo, proporcionar recomendaciones personalizadas. Para hacer estas sugerencias, las soluciones cognitivas se basan en la comprensión del tono empleado por un usuario al hablar en un chat, o en la personalidad del mismo, conocida a través del procesamiento e interpretación de una variedad de interacciones online. Las propuestas serán, incluso, configuradas en función de su emoción, tal y como se capta desde el otro lado de la red.
A continuación, Watson se ocupa de aprender. Las soluciones cognitivas pueden utilizar el aprendizaje automático para hacer crecer el conocimiento contenido en sus aplicaciones y sistemas. De esta forma, la retroalimentación es generadora de mayor precisión y el riesgo se minimiza. Por último, la máquina puede llegar a interactuar con el usuario, iniciando un diálogo o participando en uno ya creado.
Los sistemas cognitivos interactúan de forma natural con los seres humanos. Mediante la generación de hipótesis, la argumentación, el razonamiento y la recomendación consiguen dar sentido al caos y hacer manejable un entorno que, sin su ayuda, sería demasiado complejo. Y cada vez más impracticable: como se publica en la revista Forbes, “los datos están creciendo más rápido que nunca y para el año 2020, alrededor de 1,7 megabytes de información nueva se creará cada segundo por cada ser humano en el planeta”.
Ventajas que tiene que ver con el valor, el que procede de cada empleado que interactúa con los sistemas cognitivos, ya que la incorporación de la cognición en sus flujos de trabajo impulsa su eficacia, aumenta su rendimiento y les permite tomar decisiones mejor informadas.
Con Watson el trabajo de meses se completa en días y las conclusiones se vuelven más confiables. Además, todo el esfuerzo invertido en análisis termina repercutiendo en una generación de conocimiento aún mayor, mucho más consistente, puesto que el sistema adquiere la capacidad de aprender por sí mismo.
La oportunidad se abre ante los negocios que apuestan por Watson para tomar las riendas de sus datos. El futuro es de las empresas que eligen soluciones cognitivas para no dejar escapar las múltiples posibilidades de explorar cada camino, de identificar los que conducen al éxito y de llegar allí de forma conjunta toda la organización.
¿Imaginas cómo se ven los datos a través de los ojos de un robot? ¿Quieres liderar un negocio cognitivo?