Servidores Power10 de IBM
Parece claro que el concepto multi Cloud híbrido se ha convertido en una realidad para los principales líderes empresariales y tecnológicos a escala global. Sin embargo, es preciso contar con una visión clara de cómo navegar y operar en este entorno. ¿Cómo ponerlo en práctica?
El universo digital de millones de organizaciones se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años, tanto en capacidad de proceso como de almacenamiento, por no hablar del consumo online y sus exigencias en cuanto a latencia y velocidad de descarga. Tanta información, aplicaciones y herramientas digitales no pueden quedar aisladas en un único data center y, cada vez con más frecuencia, las organizaciones se apoyan en alguna modalidad de Cloud para aliviar el ingente peso de sus sistemas (hardware, software y servicios).
Además de esta complejidad y volumen, las tecnologías deben ponerse en marcha a tiempo, al ritmo del negocio, así como estar preparadas para cualquier imprevisto y hacerlo con total seguridad para los datos, aplicaciones y redes corporativos.
La competitividad en el mercado es tan alta que la diferencia puede radicar en cómo se desplieguen y aprovechen los activos digitales de la organización. Sus sistemas y aplicaciones marcan en buena medida la actividad y el éxito comercial y juegan un papel decisivo para aprovechar las oportunidades que plantean los mercados. Estas tecnologías llevan décadas evolucionando, desde sistemas mainframe o modelos cliente-servidor, informática en red o la súbita emergencia del Cloud y el modelo de todo-como-servicio.
Tengamos en cuenta además que la organización tipo en nuestros días maneja entornos de alto riesgo, muy valiosos y que deben poder operarse en favor de la actividad diaria, con flexibilidad, capacidad y escala. Se buscan sistemas que ofrezcan el más alto rendimiento a todos los empleados, en una experiencia que sea sólida, eficiente y flexible, para modernizar los procesos corporativos al ritmo más rápido posible.
Los modelos híbridos que conjugan los activos privados con entornos Cloud, privados o públicos, son la mejor respuesta a estos desafíos, ya que su capacidad para responder a la flexibilidad que exigen las operativas actuales es uno de sus mayores alicientes. Pero, hay más.
El 70% de las empresas va a poner en marcha máquinas virtuales unificadas, Kubernetes y procesos de gestión multi Cloud este mismo año, según IDC. Esto conlleva la incorporación de otras herramientas que realicen una gestión y gobernanza multi Cloud sólida de las propias instalaciones y de las nubes públicas.
La tecnología Power10 de IBM está especialmente diseñada para conectarse a servicios nativos Cloud y patrones de arquitectura que facilitan la trasformación de los modelos de negocio. IBM Power Virtual Server, por ejemplo, permite tener una arquitectura IT en un entorno virtualizado, de igual modo que si estuviera en sus propias instalaciones, moviendo y gestionando sin problemas cargas de trabajo, tanto en la nube como en entornos locales.
Además, facilita la provisión inmediata de particiones lógicas (LPAR), para escalar cargas de forma eficiente y permite ejecutar sistemas SAP HANA y SAP NetWeaver en una plataforma certificada por SAP, tanto dentro como fuera de las propias instalaciones de la compañía.
Utilizar aplicaciones en contenedores, a través de la plataforma Red Hat OpenShift, es otro de los grandes avances de esta tecnología que aprovecha las más innovadoras alternativas tecnológicas que están transformando la operativa y resultados de miles de modernas empresas actuales. En un entorno moderno, flexible, escalable y muy competente de IT para responder a los desafíos de futuro de todas ellas.