Las empresas de todo el mundo se enfrentan al desafío de llevar su productividad a nuevos niveles y su capacidad de respuesta se está poniendo a prueba en el mercado más volátil que hemos conocido y al que, incluso, se le suele denominar “gaseoso”. Así califica la consultora Forrester este momento crucial para los negocios, que coincide, además, con una escalada brutal del valor de la información.
Ambas derivadas están relacionadas (inteligencia de negocio y relevancia de los datos) con una doble innovación que beneficia a consumidores y marcas: el poder de las herramientas de análisis y la escalabilidad y sencillez del Cloud. El resultado es un futuro prometedor para los negocios que sepan aprovecharlos al máximo para acercarse más a los deseos y demandas de sus clientes.
Quizás por ello, la mayor parte de los directivos consultados tiene grandes esperanzas en que las tecnologías analíticas sean una pieza clave de su trabajo en los próximos años. Todos ellos consideran que no solo van a permitirles competir en este nuevo espacio comercial, sino que les van a hacer más productivos, rentables y frugales a la hora de consumir recursos.
Las decisiones corporativas siempre se han basado en los datos disponibles, pero en muchas ocasiones las organizaciones no eran capaces de establecer conexiones entre ellos, obtener información de valor para impulsar su competitividad, aumentar ingresos y reducir costes innecesarios.
Llega la hora de la eficiencia operativa, cuando más importante resulta acertar en las estrategias para aprovechar los propios recursos, mejorar la experiencia del cliente y planificar de forma óptima la operativa. Con una gran beneficiada: la cuenta de resultados.
El tamaño del desafío es enorme, porque además sigue teniendo que superar las barreras clásicas a la innovación: las personas, los procesos y las herramientas. Sin embargo, los últimos avances en analítica avanzada e Inteligencia Artificial incluso vienen a romper estas tradicionales resistencias.
Para empezar, tecnologías como Cognos Analytics parten del dato, el recurso interno de las organizaciones y no requieren una inversión en nuevas capacidades gracias al Cloud, que permite el acceso de cualquier usuario, con cualquier dispositivo y a través de un interfaz simple de navegación. También favorecen el intercambio de datos e informes, de visuales que arrojan conclusiones más inteligentes e, incluso, se puede acceder a ellas mediante preguntas directas en lenguaje natural.
Los procesos, de esta forma, se agilizan. Las compañías, a partir de ahora, dejarán de contar con complicados y farragosos informes para pasar a visuales de datos que ofrecen respuestas inteligentes a cuestiones que el propio usuario formula y las representa de forma sencilla y accesible, en cuestión de minutos.
Y todo gracias a tecnologías muy ligeras en la parte del usuario, pero apoyadas en el Cloud para aprovechar la potencia de la Inteligencia Artificial y encontrar conexiones entre los datos, conclusiones válidas para el negocio y nuevas oportunidades.
Todo ello para buscar nuevos enfoques comerciales y organizativos, más inteligentes, a partir de los datos que todos los negocios guardan durante años, pero que ahora cobran un nuevo sentido y pueden activarse en cualquier entorno Cloud, público, privado o híbrido, y aplicando sus beneficios y resultados a todas las áreas de la empresa.