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Las TIC que modernizan el sector agrícola

Escrito por Logicalis | 17/04/19 6:00

Cuando hablamos de TIC y transformación digital pocas veces ponemos nuestra mira en el sector agrícola. Un olvido achacable a que, por norma general, atribuimos al ámbito rural la responsabilidad de conservar los métodos tradicionales de hacer y las viejas costumbres. Esta visión bucólica del campo no tiene, por fortuna, nada que ver con la realidad. De hecho, los agricultores saben aprovechar muy bien las ventajas que aportan las herramientas tecnológicas más avanzadas para ahorrar costes, mitigar riesgos y tomar las decisiones más adecuadas para su negocio en cada momento.

Photo by Karsten Würth (@inf1783) on Unsplash

Sabemos, por ejemplo, que existen soluciones capaces de optimizar al máximo el uso de las máquinas de riego, permitiendo así un ahorro en agua y fertilizantes considerables al suministrar ambos de modo más exacto y racional. Dichas soluciones, que se utilizan sobre todo para optimizar la gestión de los cultivos intensivos y de invernadero, están basadas en el despliegue de multitud de sensores de inducción altamente precisos,  que recogen datos en tiempo real sobre el estado del suelo (su humedad, nivel de drenaje y nutrientes, temperatura, posible presencia de plagas e insectos) y los transmiten vía red inalámbrica a ordenadores equipados con programas diseñados para, una vez analizados esos datos, automatizar el riego de modo que se provea a los cultivos de todo lo necesario para crecer. Algunas versiones de estos sistemas incluso facilitan alertas al usuario en caso de detección de plagas, para facilitar una pronta respuesta que evite sus estragos.

Los agricultores tienen claro que disponer de información precisa les conducirá a obtener un mayor rendimiento de los cultivos.

Participación de la tecnología en el proceso productivo

La tecnología también está muy presente en los procesos de verificación de la calidad y la seguridad de los productos agroalimentarios. En este sector, marcar la diferencia requiere en muchos casos la obtención de etiquetas de reconocimiento a la excelencia, tales como la denominación de origen protegida o la indicación geográfica protegida.

Conseguirlas exige controlar muy bien los procesos de elaboración que están pautados hasta el más mínimo detalle. Hoy en día, las empresas tienen a su alcance tecnologías que les ayudan a supervisarlos, conocer los materiales naturales y/o de laboratorios empleados e incluso saber en qué condiciones se manipularon las materias primas.

Llevar a cabo esta fiscalización, siempre importante, llega a resultar imprescindible para quienes comercializan productos agrícolas cuyo consumo es percibido como signo de distinción, tal y como sucede con determinados vinos, cavas o aceites.

IoT en la agricultura

El mantenimiento de esa calidad suprema también puede supervisarse cuando salen de la fábrica, durante su proceso de traslado, mediante el empleo de herramientas de IoT en combinación con Blockchain, que hacen posible localizar la flota de transporte, medir la temperatura a la que se conservó el producto e incluso las condiciones en las que ha sido almacenado y/o exhibido en tienda.

También existen soluciones que ayudan a los productores hortofrutícolas y ganaderos a brindar una mejor experiencia al cliente en el punto de venta. Entre ellas, las que permiten testar la visibilidad del embalaje de los productos y su potencial impacto en los lineales de las cadenas de supermercados mediante sistemas de realidad virtual.

Un ejemplo de estas soluciones disruptivas, es el proyecto que ha presentado Logicalis en la vigésima edición del Futercom (octubre 2018), donde recreó de forma lúdica la implantación del IoT en una empresa vitivinícola, específicamente en la producción del vino, plantación de la uva y el punto de venta.

En definitiva, en el sector agrícola la tecnología está mucho más presente de lo que pudiera parecer, razón por la que no debe desdeñarse como sector en el que emprender innovaciones y nuevos proyectos.