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Hiperconvergencia, respuesta de nube privada a la analítica corporativa

Publicado el 11/11/19 10:10

La tecnología hiperconvergente (HCI) es la infraestructura IT que precisan las organizaciones para dar respuesta a sus desafíos actuales: globalización de los mercados, feroz tensión competitiva, transformación digital y necesidad acuciante de responder a la evolución del cliente.

Su principal aportación consiste en la posibilidad de virtualizar los recursos informáticos de una organización, incluidos los sistemas tradicionales basados en hardware, desde un único software de virtualización (llamado hipervisor) que crea una arquitectura de gestión única, capaz de integrar tanto las redes SAN virtuales (VSAN) de almacenamiento definido por software como otros recursos de almacenamiento virtualizados.

Las ventajas parecen claras; se ejecuta en servidores estándar, presentes en cualquier empresa, y todos los recursos de información de una compañía pueden “abstraerse”, es decir, ejecutarse virtualmente vía software, por lo que se aprovecha mucho más la infraestructura disponible.

Como todos los elementos definidos por software se implementan dentro del contexto del hipervisor, la administración de estos recursos puede federarse en todas las instancias de una infraestructura hiperconvergente. Es decir, se está evolucionando desde hardware y software de todo tipo (servidor, red SAN, almacenamiento de cualquier tipo) hacia un entorno puramente definido por software, en el que todos los elementos funcionales se ejecutan en servidores estándar.

 

Las infraestructuras de HCI generalmente están basadas en sistemas servidor, equipados con almacenamiento de conexión directa, a los que esta tecnología hiperconvergente ofrece la capacidad de conectarse e interactuar con un grupo de centros de datos de sistemas similares. Como resultado, todos los recursos del centro de datos físico residen en una única plataforma de gestión que opera en una serie de capas de hardware y software diferentes. 

La consolidación de todos los elementos funcionales a nivel de hipervisor, junto con la administración federada, elimina las ineficiencias tradicionales de los centros de datos y reduce su coste total de propiedad (TCO), ya que su capacidad de escalar es prácticamente infinita.

El resultado es que las grandes organizaciones ya no están lastradas por múltiples sistemas informáticos y de almacenamiento, dispersos, costosos e ineficientes, sino que es posible virtualizar muchos de ellos y gestionarlos de forma centralizada, simple y mucho más eficaz, incluso incrementando su tasa de uso y rendimiento.