El mundo depende de los datos cada día más. Las organizaciones tienen en ellos su gran tesoro escondido, el principal valor para ganar ventaja competitiva. Por eso, cada vez más demandan un almacenamiento ágil, flexible, escalable y capaz de responder a las cambiantes necesidades de sus mercados y clientes. La última innovación en el entorno del almacenamiento es la tecnología flash y, en buena medida, alternativas híbridas, basadas en disco y flash, que responden a las altas exigencias que los negocios les plantean.
Se busca un almacenamiento altamente escalable y de disponibilidad inmediata, capaz de responder a entornos Big Data y que acelere la gestión de grandes conjuntos de datos, estructurados o no. Su análisis en tiempo real es el gran beneficiado de esta agilidad que al final se traduce en “inteligencia de negocio”.
Pero las alternativas que aporta el mercado hoy en este campo son numerosas y variadas, hasta el punto de poder despistar a muchos responsables de IT y llevarles por un largo camino de análisis y selección nada simples. Las alternativas son además bien diferentes entre sí, por lo que conviene seguir una serie de consejos, antes de decidirse:
No compre una furgoneta, si necesita un utilitario. Este puede ser el consejo universal para cualquier comprador de casi cualquier cosa. Lo más importante para lograr resultados de una inversión es que se ajuste lo mejor posible a la necesidad concreta, el perfil de empresa y los objetivos de negocio. Si sus cargas de trabajo no son excesivamente exigentes, hay opciones de menor tamaño que se pueden ajustar mejor a sus requerimientos
Analice diferentes soluciones y compare sus prestaciones y capacidades. Lo decíamos antes, no es un camino simple ni rápido, pero sin duda es una de las claves para dotarse del almacenamiento que realmente necesita. Aquí, el asesoramiento de un especialista resulta fundamental.
Ahorre, con soluciones flash, porque reducirán sus costes generales de IT y le proporcionarán las más altas velocidades de transferencia de datos, eliminando cuellos de botella y soportando grandes cargas de trabajo. El almacenamiento flash ahorra espacio y utiliza menos energía que los discos.
La combinación de discos y módulos flash permite unificar cualquier tipo de almacenamiento y en cualquier ubicación, lo que libera el coste fijo que supone disponer de equipos propios para dar el salto al Cloud: privado, público o híbrido, ahorrando no solo en costes de infraestructura sino en costes de gestión y mantenimiento.