Los responsables de una organización siempre tienen decisiones que tomar. Contar con la información necesaria para ello es sólo una parte de este proceso, del que dependerá el futuro de la empresa. Siempre, antes de seguir adelante con una propuesta, es necesario plantearse qué pasaría si se pusiese en práctica. Esta es la esencia del análisis What If.
Hoy vamos a ver la importancia de realizar un análisis What If, un análisis que se puede hacer más fácilmente con un reporting financiero dinámico.
El análisis What If
El análisis What If consiste en:
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Simular resultados en función de hipótesis de variables de negocio.
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Calcular valores de negocio posibles en base a drivers.
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Comparar multidimensionalmente los diferentes escenarios simulados.
Incorporar esta dinámica a la toma de decisiones aporta valor ya que permite:
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Aumentar la capacidad de simular.
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Minimizar costes.
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Ahorrar tiempo y recursos.
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Trabajar sobre la marcha.
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Aumentar la adaptabilidad.
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Ser más flexible.
La simulación y su funcionalidad
En estos tiempos de crisis en que vivimos no puede desecharse una buena idea por falta de recursos, ni tampoco desaprovechar recursos por una mala idea. La simulación se hace imprescindible para no perder dinamismo y ejemplos prácticos de su utilidad serían:
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Conocer las consecuencias de cerrar una delegación.
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Prever el resultado de aumentar en cinco individuos el equipo de ventas.
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Saber en qué afectaría aumentar el salario un 2%.
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Ver lo que supondría bajar los precios un 1%.
De esta forma, se puede avanzar con paso seguro hacia nuevas metas o por nuevos caminos, al mismo tiempo que se corrigen los errores y se potencian las fortalezas. En definitiva, minimizar los riesgos al tiempo que se aumenta el potencial.
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