Disponer de un sistema de información adecuado para gestionar los datos y las informaciones con las que cuenta cualquier organización no es solo cuestión de contar con herramientas de análisis y gestión de datos eficientes, sino (y sobre todo) utilizarlas para alcanzar metas concretas y objetivas.
La información corporativa es un activo con grandes potencialidades: apoyar la toma de decisiones es una de ellas, quizás la más destacada; sin embargo, para explotar al máximo esta potencialidad, las organizaciones deben contar con sistemas de información integrados en una adecuada estrategia de gestión de datos, una estrategia en la que el reporting juega un papel fundamental.
Sistemas de gestión empresarial: el reporting
Pocos escenarios imaginables son más inconvenientes que el de disponer de una gran cantidad de datos e informaciones sin contar con sistemas de información que permitan gestionarlos adecuadamente. Una gestión que debe ceñirse y servir en todo momento a la consecución de los objetivos concretados en el planning estratégico de la organización, y en la cual el reporting tiene mucho que decir.
El reporting (o la elaboración de informes y reportes) es una actividad fundamental en la gestión empresarial. Previene, entre otros riesgos, de los asociados a la espontaneidad y la intuición en la toma de decisiones, aportando conocimiento real y actualizado del estado y el desempeño de las actividades, las operaciones y los procesos clave de la organización.
No cabe duda de que existen muchos tipos de reportes en función de los fines concretos para los cuales se realizan, y no cabe duda de que, cuanto mayor sea la flexibilidad del sistema de gobernanza de datos e informaciones que se adopte, mayores serán las posibilidades de sacar partido el máximo partido a los sistemas de información implementados en la organización.
Sin embargo, y pese a la variedad de reportes posibles, podemos identificar 4 grandes grupos según la tipología de los fines que persiguen:
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Reportes históricos: se basan en el análisis de los datos y las informaciones históricas relevantes. Sirven para saber qué sucedió en áreas, departamentos o con el desempeño de determinadas operaciones, identificando patrones e irregularidades y visibilizando las consecuencias de las decisiones tomadas en el pasado.
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Reportes operativos: remiten al presente de la organización, al estado actual de las operaciones que se llevan a cabo y permiten saber qué está sucediendo, en tiempo real, en el sí de la corporación.
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Reportes analíticos: demuestran hasta qué punto es relevante el análisis para una correcta gestión y gobernanza de la información corporativa. Nos permiten descubrir los porqués de la información mostrada en los reportes anteriores, traduciendo esta información en conocimiento relevante para guiar la toma de decisiones.
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Reportes predictivos: fundamentales para el aprovechamiento de las nuevas oportunidades de negocio. Prevén las consecuencias que acarreará la toma de decisiones en un sentido u otro mediante el diseño de escenarios posibles, mostrando qué podría suceder en el futuro y el modo más adecuado para evitar riesgos innecesarios.
Para ampliar la información sobre estas y otras cuestiones relacionadas, recursos como la guía 10 claves para definir tu estrategia corporativa de gestión de datos (completamente gratuita) resultan fundamentales. Nos permiten entender con una mayor amplitud y profundidad el rol que desempeña el reporting en la gestión de datos de una organización, así como la importancia de diseñar e implementar una estrategia de gestión de datos en la que integrar cualquier sistema de información que persiga apoyar eficazmente las tomas de decisiones, sacar el máximo partido a las nuevas oportunidades de negocio y, con ello, aventajar a la competencia.
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