El repositorio es el origen de los indicadores definidos para cada cuadro de mando integral. Es allí donde se crean y por eso, en aras de afianzar esa visión única que se persigue, es fundamental que todos compartan este punto de partida, de la misma forma en que también lo hacen con las reglas y las políticas de cálculo, ya que éstas también provienen del mismo repositorio.
Y no sólo eso, sino que además, en él se almacena el histórico de las iniciativas, los responsables de su ejecución, los calendarios, etc. para su posterior monitorización a través del cuadro de mando integral, a diferencia que en el caso del cuadro de mando táctico, que utilizaba para ello el data warehouse.
Indicadores, políticas e iniciativas y su relación con el repositorio
¿Fábrica de indicadores? ¿Almacén de resultados? ¿Biblioteca de políticas o guía de asignación de iniciativas? La relación del repositorio con todos estos factores es diferente:
• Indicadores. En línea con la definición del cuadro de mando integral, todos los indicadores definidos para las cuatro perspectivas (financiera, mercado/clientes, procesos internos e I+D) deben ser creados en un único repositorio que permita una visión única de la organización.
• Políticas y reglas de cálculo. Este repositorio no sólo almacena la evolución del resultado de los indicadores sino también las reglas y políticas de cálculo que permitirán obtener el resultado a través de ponderaciones matemáticas y funcionales.
• Iniciativas. Además de los indicadores, el repositorio almacena las iniciativas que se lanzan según se van produciendo los resultados. Estas iniciativas se caracterizan por tener un responsable de ejecución y un calendario (natural o laboral) para la puesta en marcha de las acciones necesarias para alcanzarlas, mejorar el resultado de los indicadores y consecuentemente, alcanzar las metas definidas en los objetivos estratégicos.
• Calendario. A través del calendario se genera un sistema de eventos para facilitar el seguimiento de ejecución de las tareas asignadas, que se refuerza gracias a un sistema de alertas que avisa, tanto de la llegada de estos eventos, como de si se empieza a producir una desviación con respecto a los objetivos fijados.