El Cuadro de Mando Integral es un elemento clave en cualquier ecosistema organizativo apoyado por la inteligencia de negocios. Lo hemos tratado amplia y exhaustivamente en numerosas ocasiones analizando y descubriendo, entre otros asuntos de interés, de qué modo es fundamental en la creación de informes y reportes, y en un sentido más práctico y funcional, cómo estructurar, implementar y automatizar un CMI.
El diseño y la realización de informes históricos es una de las funcionalidades básicas del CMI, una cuestión fundamental para responder a la pregunta que cualquier organización debe hacerse antes de diseñar y/o evaluar su estrategia corporativa: «¿De dónde venimos?». También, y en este mismo sentido, el CMI representa un apoyo imprescindible para conocer el estado actual de la compañía en su sector, dando a su vez respuesta a la pregunta «¿Dónde estamos?». Pero, sin duda, además de pasado y presente, el CMI sirve a los propósitos de futuro permitiendo responder a una cuestión indudablemente central en el diseño de la estrategia empresarial: «¿Hacia dónde vamos?», una pregunta ineludible cuya respuesta será la clave que permitirá detectar y aprovechar las nuevas oportunidades de negocio y, por consiguiente, ampliar la cuota de mercado.
Ampliar la cuota de mercado, un propósito de primer orden para el CMI
Pasado, presente y futuro de una compañía se dan la mano en el Cuadro de Mando Integral, convergiendo bajo un mismo propósito: aventajar a la competencia y ampliar la cuota de mercado.
Para entender la trascendencia del CMI en el entorno corporativo, y su naturaleza eminentemente ligada al diseño y devenir de la estrategia corporativa, debemos atender en primer lugar uno de los rasgos más característicos de esta herramienta clave en entornos Business Intelligence: su potencia y capacidad de análisis.
Efectivamente, la posibilidad de realizar análisis retrospectivos que nos permitan detectar patrones y regularidades, por un lado, y por el otro posibles disfunciones e irregularidades en el desarrollo de la actividad empresarial es el primer paso (obligado) a realizar antes de tomar decisiones que afectarán al futuro de la compañía.
Gracias a la visión integral de la organización que ofrece el CMI podemos, también, evaluar su estado actual y reconocer fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades que se abren ante nosotros, entendiendo el por qué de los éxitos y los fracasos, reforzando los aspectos positivos de la estrategia adoptada y corrigiendo las desviaciones que han impedido o limitado el crecimiento empresarial hasta el momento.
Obviamente, el análisis de estas categorías (pasado y presente) permite conocer el estado actual de la compañía y los motivos que han propiciado su posición en el mercado, pero su vocación fundamental se proyecta hacia el futuro.
El diseño y el consiguiente análisis de escenarios posibles apoyado en el conocimiento del pasado y el presente de una compañía permite detectar nuevas oportunidades de negocio, apoyar la toma de decisiones que refuercen la imagen de la organización, incrementen la satisfacción del cliente y, por ende, que permitan aventajar a la competencia ampliando las cuotas de mercado. Este es el propósito principal que persigue el CMI, una herramienta compleja que, al mismo tiempo, simplifica y facilita el necesario análisis estratégico desde múltiples perspectivas.
Para ampliar la información sobre el CMI, resulta altamente recomendable la lectura de la guía 12 claves para la definición de un Cuadro de Mando Integral, disponible completamente gratis en nuestra sección de recursos y formación.
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