La gestión del cuadro de mando en la empresa está supeditada a una serie de elementos que determinan el perfil que se proporciona de la empresa. Los ratios financieros entran en juego a la hora de realizar los elementos más fundamentales en términos financieros de una entidad. Su objetivo principal incluye el dar la oportunidad de tener la posibilidad de cuantificar todos los factores que juegan un papel importante en cuanto a la valoración del estado financiero de una organización determinada. Con estos ratios se pueden plantear resultados y analizarlos bajo rendimiento para poder recibir información de valor que ayude a crear una mejor estrategia.
Categorías de ratios
Para familiarizarse mejor con este concepto es importante partir de la necesidad de conocer las categorías principales de ratios financieros. Estas ayudan a determinar el proceso, dividiéndose en un bloque de cinco grupos diferentes:
- Ratios de estructuras financieras
- Ratios de inversión
- Ratios de solvencia
- Ratios de rentabilidad
- Ratios de gestión
Con los ratios de estructuras financieras se detalla el estado de viabilidad de una entidad a la hora de plantearse una ampliación de capital. Este tipo de ratio demuestra la valía de una empresa de una forma directa, manifestando el perfil que se ha adoptado en relación a las cuentas privadas. Con su análisis se puede llegar a determinar si la empresa en cuestión tiene la oportunidad de llevar un poco más lejos su soporte de financiación. En el caso de una valoración positiva que abra un campo de posibilidades, se podrá determinar si la financiación será de un tipo u otro, captándose a través de la participación de los accionistas o por medio del apoyo de una entidad bancaria. Los bancos valoran este ratio para tomar cualquier decisión en términos de conceder o no niveles de financiación adicionales.
Si los ratios financieros previos ayudaban a controlar el valor de la entidad desde el punto de vista de la búsqueda de financiación y apoyo, los ratios de gestión se concentran en valorar la administración de la empresa. La administración es clave en el desarrollo corporativo y por eso es imprescindible saber si se está haciendo una buena tarea de gestión. Este ratio desvela si los pagos se están acumulando o si los cobros no llegan en el momento adecuado y no se están reclamando. También se valoran otros factores, como los plazos de entrega, permitiendo, a largo plazo, analizar tendencias del ratio para comprobar el margen de mejoría.
Los ratios de solvencia preceden a los de estructuras financieras, porque es con ellos con los que es posible ver si la empresa dispone de la suficiente liquidez con la que seguir creciendo. Si existe un plan de crecimiento que requiera adquirir equipo adicional o contratar más trabajadores, el ratio de solvencia tendrá que asegurar que existe un buen cúmulo de liquidez con el que afrontarlo todo. En este sentido también se contabiliza la liquidez para pagos periódicos que sean imposibles de rechazar.
La importancia de entender los ratios
En cuarto lugar, los ratios dedicados a la rentabilidad se ocupan de realizar una comparación con los ejercicios de los años precedentes. Se analiza si la empresa está aguantando sin más o si ha conseguido ser rentable. Por ello se comparan cifras como los gastos que hay en administración, las ganancias netas y brutas, a fin de saber cuál es el estado específico de la empresa y apreciar si existe una tendencia de crecimiento y mejora.
Finalizando con el repaso a las categorías de ratios financieros es importante hacer especial hincapié en los ratios de inversión. Estos ayudan a determinar cuál es el mejor momento en el cual una empresa puede realizar una inversión en nuevo equipamiento para apoyarse en él con el objetivo de conseguir más márgenes de beneficios. Son momentos importantes, porque se trata de apuestas seguras que propician que las empresas puedan llegar más lejos en cuanto a los servicios que proporcionan a sus clientes. Cada una de estas inversiones se materializa después con una ventana de oportunidad para aumentar beneficios.
Es por esto que los ratios financieros aplicados al cuadro de mando son tan importantes, puesto que llegan a determinar aspectos fundamentales en el desarrollo futuro de la empresa. Ayudan a realizar un ejercicio comparativo, ver la situación pasada, compararla con la actual y planificar cambios futuros que también puedan derivar en mejoras adicionales.
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