El concepto de inteligencia artificial, tan explotado en el género de ciencia ficción, está más cerca que nunca de hacerse realidad. Todo tipo de máquinas, vehículos o dispositivos podrán aprovechar muy pronto las nuevas capacidades cognitivas para entablar conversaciones con nosotros, como si de otro ser humano se tratara. O, al menos, escuchar nuestras preguntas y ofrecer respuesta por diferentes vías.
Y ya hay ejemplos de ello, como pudo comprobarse en el último CES de Las Vegas. Allí, la compañía Panasonic Automotive Systems realizó una demostración de cómo la plataforma Cognitive Infotainment ofrece la posibilidad de realizar una transacción de comercio electrónico con un restaurante de comida rápida. En la demostración, el pedido fue realizado verbalmente a través del sistema de información y pagado desde el coche mientras se conducía. Las capacidades cognitivas de IBM Watson resultaron fundamentales.
En especial, el procesamiento profundo del lenguaje natural y la comprensión, para responder a las preguntas y proporcionar recomendaciones, así como ofrecer indicaciones sobre la marcha. La plataforma también introduce sugerencias de comercio electrónico, para realizar compras desde el propio vehículo, que permiten al conductor aprovechar al máximo su tiempo.
Panasonic Automotive se basa en IBM Bluemix, la plataforma Cloud de IBM, que permite el acceso a las API de Watson, incluyendo Conversación, Clasificador de Lenguaje Natural, Texto a Voz, Discurso a Texto y Perspectivas de Personalidad. IBM Bluemix también permitirá a Panasonic integrar datos meteorológicos y Twitter en sus soluciones, para mostrar información adicional sobre la experiencia del vehículo.
En el futuro, se prevé la introducción de soluciones de conducción cognitiva que supervisen las condiciones del vehículo y garanticen una conducción más segura, en un ejemplo claro de cómo el Machine Learning permite la creación de plataformas y soluciones más eficaces que mejoran las acciones cotidianas.
IBM Watson es una tecnología pionera de computación cognitiva, es decir, que permite interactuar con las máquinas de una manera similar a como lo hacen las personas. Para empezar, entiende el lenguaje natural, con su riqueza de matices y giros lingüísticos. Es capaz de responder a preguntas complejas en pocos segundos, a partir de su avanzado análisis de enormes cantidades de datos. Y, ante un interrogante, formula hipótesis y escoge la respuesta en la que tiene mayor confianza, presentando su “razonamiento”.
Los sistemas cognitivos pueden dar sentido al 80% de los datos que los expertos llaman “desestructurados”, como vídeos, audios o imágenes, lo que puede arrojar luz sobre aspectos que hasta ahora han permanecido invisibles y mejorar las decisiones apoyadas en esa información.
Los vehículos y algunos robots ya están aprovechando su gran potencial y, como adelanta Forrester, las máquinas inteligentes provocarán el mayor cambio derivado de las tecnologías de la información hasta la fecha, y harán a las personas más eficaces y capacitadas, incluso para lograr “lo imposible”.