Entre las expresiones más de moda actualmente en el ámbito del Business Intelligence, sin duda destaca la que hace referencia a las propuestas de valor, y con ella también sobresale la vinculación que existe entre este tipo de propuestas, el análisis de datos y el proceso de toma de decisiones.
Como sucede con tantos otros conceptos y términos, también este procede del extramuros del BI pero se ha afianzado en el terreno de la inteligencia de negocios hallando en él el suficiente abono para crecer y afirmarse hasta el punto de formar parte, hoy, de la agenda de todo proyecto BI que se precie.
Análisis de datos, propuestas de valor y toma de decisiones
Bien podría ser este el título con el que reconozcamos al nuevo triunvirato de la inteligencia de negocios, traducible bajo múltiples formas y modos resumidos como, por ejemplo, «análisis, valoración y decisión». Pero antes de ver de qué modo se articulan estas tres piezas clave en un sistema de Business Intelligence, atendamos brevemente a las propuestas de valor para descubrir a qué nos referimos con esta expresión.
Una propuesta de valor es, en resumidas cuentas y como el mismo nombre indica, una propuesta que cumple con los requisitos de la relevancia, la aportación de valor y la diferenciación respecto a otras propuestas similares. Contemplada desde un punto de vista interno a una organización, una propuesta de valor refleja los intereses corporativos aportando un punto de vista novedoso, especificando la obtención de posibles beneficios y destacando frente a propuestas de un calado o una orientación similares. Sin embargo, lo verdaderamente interesante de una propuesta de valor se vislumbra cuando se contempla desde un punto de vista externo a la corporación, es decir, cuando se valora como relevante para mejorar la satisfacción de los clientes y usuarios (ofrece respuestas a sus necesidades específicas y concretas), y se postula como un posible factor de diferenciación y toma de ventaja frente a la competencia.
Como vemos, las propuestas de valor no son en modo alguno triviales o irrelevantes, sino todo lo contrario: se formulan conociendo los objetivos y las estrategias corporativas, y se presenta como una vía transitable y una guía sólida para la correcta toma de decisiones. Es, por lo tanto, una propuesta cimentada en un análisis de datos sólido y firme, con expectativas de ser considerada para su ejecución en el marco de la toma de decisiones en los contextos corporativos más variados.
Hemos insinuado, con lo dicho hasta ahora, el hilo conductor que relaciona el análisis de datos con la toma de decisiones de la mano de las propuestas de valor, pero todavía nos queda advertir el papel que desempeñan estas propuestas en un entorno de Business Intelligence y cómo usarlas de un modo consistente en beneficio de la propia estrategia corporativa.
En lo que respecta al primer punto, es evidente que el papel que desempeñan las propuestas de valor en un entorno de BI es, principalmente, el de aportar una visión integral del negocio para laa correcta toma de decisiones. De un modo práctico, y en respuesta a la cuestión sobre cómo usar las propuestas de valor de un modo consistente en beneficio de la propia estrategia corporativa, esto se traduce en un correcto análisis de datos sensibles que fructifica en la obtención de información relevante para la toma de decisiones, mediada (o reforzada) por una propuesta de valor que —por definición— contempla los objetivos establecidos y se enmarca en la estrategia corporativa previamente diseñada, evitando que la necesidad de inmediatez y pronta reacción propicien una toma de decisiones precipitada y alejada de los intereses corporativos reales.
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