La inteligencia empresarial en general, y más en concreto Big Data y las herramientas de análisis de grandes volúmenes de datos han transformado radicalmente la cotidianidad. Y no solo la del mundo estrictamente empresarial, sino también la de todos los ámbitos y facetas de la vida en las que, de un modo u otro y más o menos directamente, los datos y la gestión de la información que estos aportan desempeñan algún tipo de papel.
Transformaciones que, por lo general, son bien entendidas y recibidas por los agentes implicados, y por las partes interesadas en las ventajas que aportan a sus respectivos ámbitos de actuación. No obstante, como sucede con todas las innovaciones radicales, también la inteligencia empresarial está rodeada de una cierta áurea de misterio que propicia el surgimiento de todo tipo de mitos y leyendas, algunas justificadas pero, como veremos, llevadas a un extremo bastante alejado de la realidad.
Inteligencia empresarial: del Big Data al Big Brother
Uno de los mitos más extendidos y que genera una mayor aversión hacia Big Data y todo lo relacionado con la inteligencia empresarial por parte de algunos sectores de la población concierne a la privacidad y la protección de la intimidad de las personas. Una preocupación que, por supuesto, tiene ciertos fundamentos pero que en ocasiones cobra dimensiones absolutamente desproporcionadas.
Hace más de medio siglo, George Orwell estremecía al mundo con la idea del Gran Hermano, el Big Brother del que hablaba en la novela 1984, un ojo omnipresente capaz de controlar hasta el más mínimo movimiento de la población. Algo que en ciertos casos se ha pretendido relacionar con Big Data y los datos personas que se albergan en las data warehouses de compañías, organizaciones e instituciones para ser usados con los fines más diversos.
Como decíamos, este supuesto tiene cierto fundamento: los riesgos de vulneración de la privacidad de las personas y el uso fraudulento de los datos personales de los individuos son reales, aunque limitados por la legislación vigente y los códigos de responsabilidad empresarial que limitan el uso de los datos y las informaciones personales. Así pues, Big Data no es una formulación actual de la figura del Big Brother, y cualquier exageración en este sentido forma parte de los mitos y las leyendas que con frecuencia se articulan alrededor de la inteligencia de negocios.
Al contrario, como hemos comentado en ocasiones anteriores, Big Data y las herramientas analíticas permiten mejorar notablemente los niveles de seguridad pública y privada, permitiendo que las transacciones que se realizan en el ámbito digital, por ejemplo, sean cada vez más seguras, o facilitando la detección de vulnerabilidades en los sistemas de seguridad ofreciendo, al mismo tiempo, las soluciones oportunas para solventarlas.
Hoy en día en el mercado existen herramientas como InfoSphere BigInsights, una solución de IBM que permite a las empresas gestionar, analizar e implementar el big data de un modo rentable.
Dejando a parte esta cuestión, hasta cierto punto anecdótica, otros mitos relacionados con la inteligencia empresarial tienen una mayor repercusión en el ámbito del business intelligence, especialmente en lo concerniente a sus posibilidades, límites y potencialidades. Para conocerlos con detalle, y disponer de la información necesaria para afrontar con éxito y pleno conocimiento de causa cualquier proyecto relacionado con la inteligencia empresarial, resulta de gran utilidad la guía Los 15 mitos de Big Data, un ebook completamente gratuito disponible en el apartado de recursos formativos de este blog.
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