Un reciente estudio de la Fundación Orange expone el estado de la Transformación Digital en el sector turístico en nuestro país en cifras que, claramente, revelan el punto evolutivo en el que se encuentran las empresas de una de las industrias que más contribuyen al PIB nacional y que hoy día se perfila como uno de los estandartes más llamativos de Big Data España.
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Tras quince años de recorrido, el informe eEspaña de Orange da un giro para centrarse en las mejores prácticas de empresas y organismos públicos en todo lo relativo a su proceso de cambio apoyado por el uso de las nuevas tecnologías. Velocidad, innovación y disrupción son los ejes de una investigación que tiene por objeto servir como guía para quienes desean mejorar y adaptar su productos y servicios al nuevo escenario. Para ello, se proponen cuatro líneas de acción:
- IoT.
- Cloud.
- Mobile.
- Social.
Partiendo de ellas las empresas del sector conseguirán mejorar la personalización de sus productos y servicios, optimizar sus infraestructuras y aumentar la calidad de la atención al cliente, para proporcionar una experiencia única de gran valor, impulsada por modelos innovadores.
La base sobre la que crecer: los pilares de la evolución de Big Data España
A pesar de que los resultados del citado estudio son alentadores, al menos para ese sector, según un reciente informe de Accenture, España ocupa el puesto número 11, de una lista de 17 países que han sido evaluados en función de su densidad digital. Este concepto se compone de cuatro elementos:
- Soporte a nuevos modelos de negocio y mercados alternativos.
- Capacidad para mirar a través de la infraestructura digital, buscando la cooperación y simplificando las reglas de mercado.
- Predisposición a permitir la aceleración que el internet de las cosas (IoT) promueve.
- Transformación de los procesos de las empresas para avanzar hacia una mayor eficiencia y productividad.
Pese a que los resultados para el entorno Big Data España están bastante equilibrados, sí que se nota una mayor debilidad en todo lo relativo a la Transformación Digital de los negocios, el último de los elementos considerados para la evaluación. Para mejorar en este área, las empresas del sector turístico y también organizaciones de otras industrias que no deseen quedarse atrás en esta evolución, tendrán que monitorizar sus avances en los siguientes campos:
- Adecuación de los procesos tecnológicos.
- Alienación de los procesos estratégicos con la Transformación Digital.
- Talento y capital humano.
- Adaptación del modelo de negocio a la nueva realidad.
- Capacidad de innovación.
- Inversión en investigación y desarrollo.
Y es que, en un sector tan competitivo como el turístico que, a la vez, resulta tan relevante para la economía nacional, las empresas deben ser conscientes de que, todas las que destaquen por su capacidad de innovación digital serán quienes disfruten de mayores ventajas competitivas reales. Es hora de mirar al cliente con otros ojos y no moverse por inercia.
Big Data España: tenemos el potencial para conseguirlo
Habilidades, experiencia y coeficiente intelectual pueden ser las claves para optar por un candidato u otro en un proceso de contratación. Se busca al mejor, al que se piensa que ayudará al negocio, con su aportación, a lograr mejores resultados. El gerente de hotel con más capacidades analíticas, el camarero con mejores habilidades de comunicación o la recepcionista que presenta una mayor empatía. Si, del nivel individual, nos trasladamos al nivel empresarial, Big Data España se convierte en el aliado de las compañías del sector turismo, junto con el resto del tejido empresarial de nuestro país, unas de las que presentan un coeficiente digital más elevado, casi de notable alto. Según datos de PWC, en su Global Digital IQ Survey, nuestro país se alza con un 77,5 sobre 100, en digitalización. Una cifra apoyada principalmente por tres factores:
- Comprensión de la importancia de la Transformación Digital y asimilación de la estrecha relación entre ventaja competitiva y naturaleza digital.
- Involucración de los cargos más elevados a nivel de organización en el proceso evolutivo que, sin su apoyo no podría siquiera iniciarse.
- Compromiso del equipo directivo, de valor insustituible en tanto en cuanto incide de manera directa en la cultura empresarial.
No obstante, no podemos dejar que esta influencia lleve a la confusión, algo que podría pasar si no se tiene claro lo que supone la digitalización, que no es para nada un simple sinónimo de la optimización de IT, como opinan muchos de los ejecutivos encuestados para el citado estudio. Por el contrario, los esfuerzos de cambio deben combinar acciones a distintos niveles, los siguientes:
- Analítica avanzada aplicada a la toma de decisiones y la formulación de estrategias.
- Inversión tecnológica extensiva, y no sólo en las áreas técnicas.
- Apuesta por el soporte de los nuevos avances para todos los puntos de contacto con el cliente.
- Priorización de la innovación apoyada por la tecnología.
El mayor desafío con el que se encontrarán las empresas del sector turístico al lanzarse a la evolución es el que tiene que ver con su madurez digital. Pese a encontrarse entre las industrias más avanzadas en este campo, todavía tiene mucho que aprender. Para hacerlo, puede seguir el ejemplo de compañías de otros sectores que están por delante de ella, como:
- Tecnología.
- Telecomunicaciones.
- Entretenimiento.
- Servicios profesionales.
Cuatro industrias que, tal y como demuestran los datos de una investigación llevada a cabo por MITSloan, son las que destacan por sus cualidades digitales estratégicas y de gestión y por sus habilidades digitales, que les llevan a posicionarse como líderes. Y lo hace al impulsar su capacidad para obtener mejores resultados gracias a una colaboración más eficiente con socios de negocio, una relación más estrecha con los clientes y un vínculo basado en el compromiso que aumenta la productividad de los empleados.
En el sector turístico español se cuenta con el potencial para llegar a ese nivel aunque, hay que ser conscientes de que antes hay que superar algunas barreras, tal y como pone de manifiesto el informe de Fundación Orange. Algunas de las más importantes son las siguientes:
- Resistencia al cambio.
- Rigidez estructural y exceso de jerarquía.
- Escasez de talento.
- Falta de cualificación digital.
- Falta de visión estratégica.
Conocerlas es el primer paso para poner a trabajar el coeficiente digital y lograr resultados visibles que, sin prisa pero sin pausa, ayuden a las empresas de turismo a mantener un ritmo continuo de avance hacia su propia revolución.