Hemos comentado ampliamente, en anteriores ocasiones y a tenor de informaciones que iban saltando a las portadas de la prensa especializada, la progresiva e imparable penetración del Business Intelligence en sectores tradicionalmente ajenos a la inteligencia de negocios.
Un buen ejemplo de ello es el BI en el ámbito de la salud, con grandes posibilidades de aplicación que no solo facilitan la tarea de los profesionales sanitarios sino que, además (y muy especialmente) contribuyen a prestar un servicio más eficiente y eficaz, optimizando los costes e incrementando la satisfacción de los clientes o usuarios. Ventajas a las que se suma una tasa de retorno de la inversión realizada que, en este sector, destaca por ser una de las más elevadas.
El retorno de la inversión: aspecto clave para la innovación
No cabe duda de que el retorno de la inversión es un factor esencial que condiciona, de un modo determinante, el grado de innovación y las posibilidades de mejora tecnológica de cualquier organización. Por ello es tan relevante el hecho de disfrutar de una tasa de retorno elevada, que permita recuperar en un tiempo razonable (a ser posible inferior a lo previsto en los informes del departamento financiero) la inversión realizada.
Como decíamos, el sector sanitario es uno de los que presenta, en líneas generales, una tasa de retorno mayor, según revelan informes recientes de IBM. Y los motivos que esgrime la compañía para dar solidez a los resultados de su investigación son bastante lógicos y sencillos de entender, si tenemos en cuenta las ventajas que aporta la inteligencia de negocios y las especificidades que presenta el sector sanitario, un ámbito de dedicación extremadamente sensible:
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Las herramientas de analítica de datos permiten ofrecer una atención más personalizada al paciente, ahorrar tiempo en el diagnóstico y ajustar mejor los tratamientos reduciendo los costes de su administración en los centros y ajustando mejor las recetas a las necesidades de cada usuario, por ejemplo.
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El uso de dispositivos móviles permite mantener un contacto asiduo con los centros sanitarios sin que los pacientes tengan que acudir físicamente a ellos para realizar trámites recurrentes. Con ello se contribuye a reducir las listas de espera, y permite atender a más pacientes en un tiempo menor, sin mermas en la calidad del servicio y reduciendo los costes de la atención directa.
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La confianza del usuario, fundamental en este sector, se ve reforzada al recibir todo tipo de alertas y notificaciones de su centro por distintos canales de comunicación, alertas que puede automatizar disminuyendo, con ello, los requerimientos técnicos y de efectivos que una atención de este tipo exigiría si se realizara por otros medios.
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Las habilidades de autocura y el nivel de alfabetización para la salud, indispensables para garantizar el éxito en los tratamientos, concienciar de la importancia de la prevención y optimizar recursos sanitarios se ven enormemente reforzados con la implementación de herramientas BI.
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La comunicación multicanal y la recolección, el almacenamiento y el análisis de datos sobre cada paciente se puede llevar a cabo de un modo regular, con mayor o menor asiduidad y siempre en tiempo real, con lo que los riesgos para la salud en casos que requieren atenciones especiales se minimizan enormemente. Y, a menores riesgos, menores costes.
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