Los CDO viven su época dorada y los analistas, tipo Gartner, llevan tiempo advirtiendo que su rol ganará aún más protagonismo en la transformación digital que los negocios han emprendido. Incluso, aventuran que en apenas tres años serán los responsables más cotizados de la organización.
Se trata, también en el análisis de los expertos, de una consecuencia lógica de la actual coyuntura digital que afrontan los negocios, una nueva etapa en la que su posición está mucho más cercana a los máximos responsables de la organización, en línea con su reciente relevancia.
El gobierno del dato, su calidad y la capacidad de extraer valor de la información son aspectos que refuerzan el perfil del CDO que se demanda en nuestros días, un nuevo rol que añade valor económico, tangible o justificable, algo que resulta tan nuevo como sus atribuciones, muy próximas a los consejos de administración y a sus máximos responsables. Los presupuestos y recursos que manejan también tienden al alza (se estima en torno al 20% anual) y su prestigio en la organización, al ser elementos cruciales para ofrecer a los clientes las experiencias digitales que ahora demandan.
Esto les permite abordar estrategias ofensivas, de desarrollo de nuevos negocios e introducción de tecnologías innovadoras, alejadas de los sistemas informáticos centrales, y ocupar ese lugar de privilegio. Incluso, se comienza a favorecer los aspectos que tienen que ver con la creación de valor, o generación de ingresos, sobre los que se dirigen a la mera reducción del riesgo o los costes. El análisis y gobierno de los datos son aspectos que también cobran impulso, con las nuevas normativas de protección de datos (GDPR), como referencia y obligación a implementar en sus organizaciones, también entre las prioridades.
Se tiende hacia la gestión global del dato, su análisis y la extracción del mayor valor posible para el cliente o consumidor, al rebufo de avanzadas técnicas y ciencias de datos, y elementos principales de la transformación digital, además de las necesarias medidas de seguridad, prevención y responsabilidad sobre este nuevo activo de la empresa.
Definir estrategias de análisis, gobierno y ciclo de vida del dato resulta crucial, reescribiendo en muchos casos procesos internos de la empresa que obligan a modernizar las estrategias de los datos y a comprender la creciente dependencia que todos los miembros de la organización tienen con respecto a ellos, en el actual contexto digital.
Es el CDO el centro de todo este cambio y su papel debe ser el de líder de este momento, a la vanguardia de los cambios y con el carisma necesario para arrastrar y convencer al resto de la organización. Un líder intelectual que describe la visión empresarial, mediante innovaciones que pone al servicio del grupo y relaciones con el ecosistema digital para aprovechar el conocimiento y experiencia externo en beneficio de su empresa.
Nuevas formas de competencia, excelencia en el servicio, innovación en productos, cercanía con el cliente son valores esenciales que toma en cuenta el CDO para abordar los grandes desafíos que afronta.
Quizás por ello, esta posición en la organización será una de las más “femeninas” (con mayor presencia de la mujer), frente a otros altos cargos de la compañía. De hecho, Gartner estima que hoy el 19% de estos profesionales son mujeres y, en las grandes corporaciones (de más de 1.000 millones de facturación anual), su presencia ronda el 25% de los casos.
Su buen momento actual quizás responda a que cada vez encuentran menos obstáculos internos a su labor y apenas deben sortear barreras culturales o de edad a su alrededor. Si acaso, tienen que lidiar con la calidad del dato, escasa formación del personal y aplicar uniformidad al lenguaje que se comparte y fluye por su organización. En definitiva, de una cultura corporativa basada en el dato, con un gran respaldo en la dirección.
La también llamada oficina del CDO va a ocupar un lugar destacado entre los departamentos corporativos y está llamada a capitanear el rumbo en el actual momento de transformación digital. El dominio del emergente modelo económico digital es su gran atractivo y valor.
