¿Por qué quedarse en la superficie a la hora de investigar los datos de un cliente de banca? Fintech es el acrónimo (tecnología financiera) que resume la revolución digital que atraviesa este sector. Empresas emergentes, organizaciones ya consolidadas que deciden dar un salto disruptivo y cualitativo e, incluso, entes que provienen de otros sectores cercanos, como el de los seguro; comienzan a usar el big data para transformar, a través de productos y servicios innovadores, su forma de hacer negocios.
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La revolución digital de la banca en 2016
La revolución digital tiene un alto componente humano, que se origina en el talento detrás del desarrollo y se materializa en la experiencia que la evolución de los mercados provee a los consumidores. Fintech no afecta sólo al B2B entre bancos, sino que también se extiende a:
- Sus clientes de negocios.
- La pequeña y mediana empresa a la que se llega a través de acciones B2C.
- El conjunto de los consumidores que, de una u otra forma, terminan beneficiándose de las mejoras a nivel global en el sector.
La irrupción de Fintech fomenta el progreso de la industria financiera, que despliega todos sus recursos para obtener los mejores resultados a partir de tendencias como la banca móvil, el aumento de la información y de su transparencia, el incremento de precisión en datos y análisis y la descentralización del acceso. La revolución digital en este área crea oportunidades que permiten a los bancos y sus socios ganar clientes, innovar más rápidamente y mejorar sus ofertas digitales en 2016. Aberdeen Group, confirma que las empresas que usan correctamente los grandes datos obtienen, de media, un 12% más de beneficios anuales.
Por esta razón, al tiempo que las organizaciones financieras luchan contra los altos costos de regulación, el encarecimiento de las redes de sucursales y el lastre que suponen los silos organizacionales y la obsolescencia de los sistemas heredados; se plantean el objetivo de dar un giro radical a la experiencia tradicional del cliente. También se encuentra en el foco de acción la promoción de las alianzas colaborativas que refuercen el potencial de los bancos. Y, con una planificación marcada por estas directrices, este año las empresas del sector trabajan, según Paul Schaus, especialista en el área, en cuatro líneas relacionadas con big data, que pronto darán buenos frutos:
- Asociaciones entre los bancos y el mundo Fintech, que permitirá que el conocimiento de cliente y la experiencia en el sector se fusionen con lo mejor del entorno innovador de las empresas con mayor recorrido en la revolución tecnológica.
- Introducción de herramientas middleware que les ayudará a mejorar la integración al conectar su esfera de negocio a su infraestructura de TI, permitiendo a los bancos alejarse de su dependencia de los sistemas centrales. En España, la inversión tecnológica en el sector se incrementó un 1,1% durante 2014, hasta alcanzar los 5.000 millones, siguió una trayectoria similar en 2015 y, con la revolución digital en marcha, se prevé continuar al mismo ritmo en este año, según el informe Estudio de Costes de Tecnologías de la Información en las Entidades Financieras en 2014, elaborado por Accenture.
- Pago a través de app. Las billeteras móviles competirán en la comercialización de servicios, no sólo bancarios sino también en el sector retail, aunque será necesaria la previa educación de los clientes para que entiendan las posibilidades y formas de hacer un pago móvil de esta forma.
- Uso de la tecnología Blockchain para tareas como la autenticación de aplicaciones internas o la verificación de documentos, que requieren de esta visión que el historial de transacciones puede aportar. El objetivo será la automatización, aunque esta nueva tecnología disruptiva tendrá que ser probada primero con tareas que no afecten directamente al dinero de los clientes. Según un reciente estudio de Ernst & Young, el 30% de las empresas financieras en España ya están aprovechando las oportunidades que ofrece la aplicación del big data en el día a día de los procesos.