El afán por recopilar datos, por procesarlos, analizarlos y compartirlos supera la capacidad de los usuarios de negocio para visualizar su potencial o el valor que encierran. La información es un recurso listo para ser explotado, y con las soluciones cognitivas deja de verse como una masa de bits inaccesible.
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Porque no se trata de una cuestión de herramientas, aunque también, sino que es algo relacionado con el talento. Pero, ¿qué sucede cuando los mejores analistas ya no pueden ir un paso más lejos? ¿Cómo promover la expansión de los datos cuando se topa con los límites del cerebro humano?
Las soluciones cognitivas toman el relevo donde lo dejan las personas, trabajando junto a ellos para ayudarles a entender los deseos del consumidor.
Qué puede esperar el negocio de las soluciones cognitivas
Los registros históricos, los datos estructurados, los no estructurados, los que llegan de redes sociales, los que se recogen en formatos de audio o vídeo, etc… todos deben contemplarse desde una visión holística que permita hallar el modo de integrar la información que contienen para su consumo.
Cuando se aglutina el conocimiento que procede de diversas fuentes, la organización avanza hacia la excelencia en su toma de decisiones, mejora la efectividad de su comunicación y adquiere la capacidad necesaria para optimizar los procesos empresariales. Si, además, todo este proceso se hace de la mano de las soluciones cognitivas, se pasa de la simple visión a la comprensión, de la perspectiva a la contextualización y del descubrimiento al aprendizaje.
Cada negocio puede beneficiarse de este potencial generador de valor. En todas las industrias, la computación cognitiva permite obtener la ventaja que marca la diferencia de cara a los clientes y usuarios, la que deja atrás a los competidores y ayuda a la empresa a escalar posiciones en el mercado.
Los beneficios de este tipo de soluciones en los diferentes sectores tienen que ver con:
- Retail: un producto como Watson, de IBM, que integra tecnología cognitiva puntera en su oferta puede, desde hacer recomendaciones personalizadas, hasta detectar desviaciones en la demanda de determinados productos, sólo con interpretar los datos del cliente en un contexto. Para ello, los empresarios minoristas sólo necesitarán nutrir a esta herramienta con datos de múltiples fuentes externas. Así, las conclusiones extraídas del análisis de sentimiento, cruzadas con datos de redes sociales, y, por ejemplo, información meteorológica puede servir a las soluciones cognitivas para mejorar la experiencia de compra de los clientes. También hay organizaciones más innovadoras que, apoyándose en el potencial de la computación cognitiva, han creado sus propias apps. Esta respuesta disruptiva personaliza al máximo el viaje a lo largo del ciclo de compra del consumidor quien, con sólo responder a algunas preguntas que la aplicación le lanza, recibe una lista de opciones, estrictamente seleccionadas en base a sus necesidades específicas.
- Salud: Cincinnati Children's Hospital Medical Center, Manipal Hospitals, Barrow Neourological institute o Cleveland Clinic son sólo algunos ejemplos de lo lejos que llega la alianza entre hospitales, centros de investigación de la salud y clínicas y las soluciones cognitivas. Una de las aplicaciones estrella es la de este tipo de tecnología en genómica para avanzar en el cuidado del cáncer mediante la aceleración del análisis de ADN para opciones de tratamiento personalizadas. El tener la capacidad de customizar el tratamiento para un paciente aumenta las probabilidades de éxito, logrando que, además, este proceso sea mucho más ágil y rápido y menos consumidor de recursos.
- Seguros: las capacidades de interpretación del lenguaje natural de soluciones cognitivas como Watson hacen posible a las empresas de la industria del seguro el responder preguntas y proporcionar asesoramiento sobre los productos y servicios de la compañía. No sólo consiguen así, el crear una experiencia más atractiva para el cliente donde las ofertas que le llegan están personalizadas, sino que, analizando su comportamiento se puede evitar el fraude y también poner en marcha a tiempo un plan de recuperación, antes incluso de que se produzca el abandono por parte del consumidor. El 98% de los aseguradores dicen que la computación cognitiva jugará un papel disruptivo en la industria (IBM).
- Educación: una vez más, las soluciones cognitivas permiten al negocio lanzar ofertas más personalizadas que mejoran la experiencia del usuario. En este caso se trata de la oferta educativa, que gana en alineación con las necesidades de cada alumno, gracias a una mejor adecuación del programa de estudios y las técnicas empleadas por los docentes. Para ello, una solución que integre esta tecnología se puede implementar en una plataforma online abierta al alumnado, desde la que se puede dar respuestas a distintas cuestiones, ofreciendo siempre soluciones a medida que pueden resolver desde temas puramente académicos, hasta cuestiones administrativas (matrícula, horarios, etc.) o dudas más enfocadas al desarrollo de la carrera profesional (cuestiones sobre especialidades que más convienen al alumno o habilidades necesarias para trabajar en un área determinada). Lo mejor de todo es que las soluciones cognitivas no dejan de aprender, por lo que, cuanto mayor y más duradera sea la interacción del estudiante con la plataforma, más inteligencia se habrá generado y mejor servicio se le podrá ofrecer.
- Servicios financieros: una gestión del riesgo más efectiva y una atención más personalizada al cliente son dos de los rasgos que definen la nueva era del sector bancario. Se trata de una de las industrias que más han notado los cambios a mejor que las soluciones cognitivas traen consigo. En combinación con el IoT, la detección del fraude da un giro que le permite ganar en eficacia y agilidad. Se eliminan las latencias y se minimiza el riesgo. Ya nada pasa inadvertido y se conoce dónde se usa una tarjeta de crédito, para qué se está empleando, a qué hora y dónde se produjo la última transacción… La computación cognitiva hace posible a los bancos aprender los hábitos de consumo de sus clientes, proyectar las probabilidades de futuros pagos y tomar acción, por ejemplo, bloqueando la tarjeta, si el patrón de uso indica que se puede estar utilizando fraudulentamente.