Hemos insistido larga y detalladamente, en numerosas ocasiones, en el papel clave que desempeñan las herramientas de visualización de datos en cualquier estrategia business intelligence.
Tanto a nivel interno, como refuerzo y apoyo a las actividades de los equipos humanos de la compañía (desde la fuerza de ventas, el personal de logística o de la cadena de producción hasta los cargos ejecutivos y gerentes), como a nivel externo, para mostrar el desempeño de las inversiones a los stake holders o hacer más efectiva una estrategia comercial, mediante la exposición de las ventajas de un producto o servicio a los clientes, las herramientas de visualización tienen un rol cada vez más preponderante en el correcto desempeño de la estrategia corporativa.
Su correcta implementación en entornos BI es, pues, un asunto fundamental: la capacidad de acceso a las bases de datos de la organización, la potencia de conversión de datos e información en gráficos e imágenes, o su uso en un abanico lo más amplio posible de dispositivos serán determinantes.
No obstante, a parte de ellos, existen otros factores clave que ejercen una poderosa influencia en la calidad de los resultados obtenidos y, al fin y al cabo, en el éxito o el fracaso de las operaciones que dependan de una correcta visualización de los datos consultados. Entre estos factores, sin duda la rapidez y la contextualización son dos de los más poderosos e influyentes.
Visualización de datos: rapidez y contextualización como factores determinantes
La rapidez como concepto asociado a las características fundamentales de las herramientas de visualización es relativamente sencillo de entender. Si tenemos en cuenta que la función principal de estas herramientas es traducir la información que aportan los datos más relevantes a un lenguaje fácil y rápidamente comprensible (en gráficos, por ejemplo), no cuesta entender hasta qué punto la rapidez de esta conversión o traducción es clave.
No tendría sentido que una herramienta de visualización no fuera lo suficientemente rápida en mostrar los resultados demandados, cuando precisamente lo que buscamos es rapidez, sencillez y facilidad de comprensión.
Algo similar podemos decir de la contextualización. Ciertamente, las consultas de datos y las demandas de información pueden ser infinitamente amplias y variadas, por lo que predecir las necesidades concretas en este sentido para poder automatizar procesos de selección y análisis de los datos que se puedan solicitar es prácticamente imposible. No obstante, toda demanda de información depende íntimamente del contexto en el que se realiza, por lo que avanzar estos contextos, diseñar y predecir las necesidades informativas en función de distintos escenarios posibles es fundamental para reducir los márgenes de error, y garantizar una toma de decisiones más acertada y efectiva.
Por supuesto, a parte de estos, existen otros factores clave que se deben tener en cuenta a la hora de considerar la visualización de datos como un elemento fundamental de la estrategia corporativa. La guía Visualización de datos: el poder de lo visual en la presentación de tus reportes, un recurso completamente gratuito que ofrece información amplia y detallada, sobre estos y otros asuntos de suma importancia, para sacar el máximo partido y asegurar el correcto desempeño de estas poderosas herramientas BI.
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