Los datos son el nuevo petróleo de las organizaciones, el oro líquido que les permite generar más valor, a partir de la información sobre clientes, productos y servicios que ya atesoran, y a los que simplemente hay que ordenar y dotar de una forma consolidada de gestión, que obtenga de ellos el máximo partido.
En el actual escenario de mercado, esta necesidad resulta aún más acuciante; la de disponer de datos que además estén actualizados y sean consistentes en toda la organización, con la misma calidad, integridad y exactitud para todos sus miembros, es una tarea ingente.
Hablamos de datos cualificados que no solo aportan oportunidades de negocio, mejoras de eficacia y resultados óptimos, sino que dan cumplimiento a las cada vez más rigurosas normativas que afectan a los datos personales, como la regulación europea GDPR de hace un año.
Con datos de calidad y la ayuda de herramientas de inteligencia de negocio, ya sea Big Data o Business Intelligence tradicional, es posible encontrar relaciones entre los miles de registros de una organización, en especial referidos a sus clientes, a partir del control exhaustivo de las interacciones que mantienen con la empresa. Ganar efectividad y rapidez, es la primera consecuencia y la segunda encontrar la información realmente valiosa en el momento justo.
Para ello, es preciso que este dato sea de la máxima calidad y de ello se ocupa la tecnología de gestión de datos maestros, o MDM en siglas, que establece un punto de referencia común (“el dato maestro”) para toda la organización. Es decir, un modelo que estandariza toda la información corporativa, para después ser tratada adecuadamente por todas las arquitecturas, plataformas y aplicaciones IT de la compañía.
Un elemento común representado y manejado por este sistema de gestión unificada que ofrece un marco completo y coherente de los datos de diferentes tipos y procedencia, igual para todos los empleados y de total fiabilidad.
Fases de un proyecto de Gestión de Datos Maestros
En el escenario actual, con millones de petabytes de información, de todo tipo y procedencia, que utilizamos y debemos analizar para extraer consecuencias de negocio, resulta más decisivo este marco de información, basado en un único tipo de registro, llamado “dato maestro”.
A partir de él, es posible construir una nueva forma de gestión estándar de datos maestros, extensible a todas las plataformas y arquitecturas de la organización y que sea compartida entre sus miembros, para disponer de una visión única y fiable de la información, a la que se accede vía sistema de autoservicio, para su posterior análisis, representación gráfica y control de su vida útil.
La Gestión de Datos Maestros (MDM) hace posible este objetivo corporativo de disponer de información de calidad en las organizaciones, ya sean de clientes, proveedores, empleados, productos o servicios, lo que ya no es solo una muestra de consistencia y solidez corporativa, sino más bien una cuestión básica de supervivencia comercial para los negocios actuales.