¿Hasta dónde llegan las posibilidades de la inteligencia artificial? ¿Pueden los nuevos dispositivos leer tu mente? ¿Son capaces de conectarse con el cerebro humano? Lo cierto es que, de un modo u otro, sí que consiguen hacerlo, y de dos formas muy distintas.
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Inteligencia artificial.. no te relajes
Incluso los momentos de ocio, alejados de las preocupaciones de negocio, son el instante adecuado para que uno se vea asaltado por un mensaje de texto en el Smartphone o un vídeo en el Ipad. No importa que en ese momento se estuviese tratando de desconectar viendo clips de música en YouTube o buscando el próximo destino de vacaciones. Y lo preocupante es que es algo habitual.
Sin embargo, no todos y no siempre, les prestan atención a estos intrusos que irrumpen sin avisar. Y quienes lo hacen, no se concentran realmente en el mensaje, ignorando el contenido y, muchas veces, pasando la vista distraídamente por la forma, sin retener demasiado. Y esta falta de atención es bastante perjudicial para los anunciantes, ya que impacta directamente sobre la eficacia de la publicidad.
A la vista de esta realidad, en Walt Disney Co. han decidido invertir en inteligencia artificial. Concretamente, entecnología para poder leer la mente de su público objetivo. Su estrategia consiste en:
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Utilizar la rama de la ciencia que estudia el cerebro para identificar los videos que los espectadores realmente quieren ver.
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Orientar sus esfuerzos hacia la consecución del control sobre el rendimiento mental y las emociones.
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Tratar de hacer realidad el sueño de controlar objetos virtuales mediante el pensamiento.
Pero las recientes inversiones de Disney son parte de una tendencia más amplia. En una era de distracciones digitales, las compañías de medios y publicidad están explorando la ciencia del cerebro y las posibilidades de la inteligencia artificial como medio para atraer los ojos de la gente hacia sus contenidos a través de anuncios.
Tome Nielsen es uno de los pioneros en este campo que une el estudio de la ciencia del cerebro con la inteligencia artificial y, a través de su firma de investigación de neurociencia Innerscope Investigación consigue:
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Analizar las respuestas de momento a momento conscientes y no conscientes a los medios de comunicación y sus presentaciones.
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Proporcionar a los anunciantes una visión crítica acerca de lo que se esconde detrás de la toma de decisiones de los consumidores.
La unión de la ciencia del cerebro aplicada a los medios de comunicación y los gigantes de la publicidad tiene mucho potencial. Su objetivo es atraer a una audiencia determinada, durante un período de tiempo suficientemente largo como para hacer posible el insertar la publicidad. Para conseguirlo:
1. Analizan las reacciones neuronales de las personas a los contenidos.
2. Miden el compromiso emocional, es decir, el reflejo que cada anuncio tiene en el cerebro.
3. Aplican este conocimiento generado para el rediseño de la publicidad.
De leer la mente a leer el cerebro: las posibilidades de la inteligencia artificial
Las posibilidades de la inteligencia artificial no se reducen al marketing, sino que se extienden a muchas otras áreas. El mundo de la medicina es uno de los campos en los que la aplicación de la inteligencia artificial está permitiendo mayores avances.
IBM y su robot "Watson", son ejemplo de ello. Este robot es capaz de interpretar las imágenes médicas de fuentes tales como tomografías computarizadas, electrocardiogramas y resonancias magnéticas, así como fotografías de las condiciones de la piel, como el melanoma. Su introducción en las consultas radiológicas minimizaría la aparición de errores de diagnóstico, algo lógico, sobre todo si se tiene en cuenta que estará capacitado para identificar treinta mil millones de imágenes médicas, que le ayudan en su misión de averiguar cómo distinguir un resultado normal de uno que puede ser síntoma de complicaciones de salud.
La interpretación de las imágenes radiológicas es una de las tareas de razonamiento visual más duras y, pese a que el cerebro humano es una máquina de reconocimiento de patrones muy perfeccionada, puede verse igualada por las capacidades de la inteligencia artificial.
Interpretar mamografías, detectar prematuramente tumores cerebrales o ayudar a mejorar el seguimiento del tamaño de crecimientos anormales, de forma más precisa que la que se alcanza a hacer simplemente usando el ojo humano; son sólo algunos de sus usos. Pero, en el campo de la medicina, la inteligencia artificial tiene un gran futuro, en el que cabe su aplicación:
1. Actuando como un primer filtro para todo tipo de imágenes médicas que posteriormente serán examinados por los médicos.
2. Aportando una segunda opinión, que ayude a confirmar las sospechas de un médico acerca de un diagnóstico un tanto inusual.
3. Facilitando la asistencia médica remota.
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