La extensión del uso cotidiano y permanente de dispositivos portátiles conectados en red, y la proliferación de todo tipo de sensores inteligentes (IoT), trae consigo un aumento significativo de la cantidad de datos que las empresas pueden almacenar, procesar y analizar en busca de nuevas oportunidades de negocio. Junto con esa posibilidad tan provechosa para sus fines, también crecen a un ritmo paralelo sus obligaciones en materia de privacidad, ligadas al derecho que la ley reconoce a los emisores de esos datos, sean personas físicas o jurídicas, de que se preserven frente a intrusiones no deseadas.
Esas nuevas responsabilidades y el creciente peso de la llamada economía digital (caracterizada por haber multiplicado las vías de comunicación de proveedores, clientes y socios) convierten los procesos de gestión de la información en capitales en cualquier rama de actividad económica.
Como proveedor experto en facilitar soluciones orientadas a la gestión y analítica de datos, Logicalis lleva años trabajando en estos entornos, cuidando escrupulosamente de la gobernanza del dato mediante el establecimiento de todo tipo de controles críticos de seguridad que garanticen el cumplimiento normativo durante todo su ciclo de vida en las organizaciones.
Tal es así que la planificación y desarrollo de estrategias que buscan nuevos socios, clientes y su fidelización, depende en gran medida de la capacidad que tengan las compañías de extraer una información valiosa y significativa de los datos que poseen; lo que supone ya un reto imponente, esto sin contar con la gestión eficiente y responsable de sus datos y de las fuentes que deben tener. Además, las entidades gubernamentales y empresariales de los países más avanzados, están en la antesala de tener que sumar a estos los derivados de la incorporación de todos los procedentes llamados “objetos inteligentes”.
Internet de las Cosas supone abundará en esta complejidad de gestión y el reto que entraña no sólo será ciclópeo, en lo que respecta al volumen de datos a recabar, preservar, gestionar y analizar, sino también en cuanto al trabajo y creatividad que exigirá a CEOs, CIOs y a sus equipos: la búsqueda de formas innovadoras de facilitar todo tipo de servicios.
Estamos hablando de que IoT permitirá a las entidades, sean públicas o privadas, trazar un mapa mucho más amplio y detallado de toda la información que intercambie un número creciente de infraestructuras sensorizadas, máquinas y sistemas conectados en red; y no sólo eso, sino que potencialmente también podrán recabar información sobre los hábitos particulares de cada individuo. Ahora ya es posible hacerlo a partir de los rastros que dejan los móviles y las redes sociales, pero IoT va más allá, al extender esa posibilidad de monitorización a cualquier actividad o comportamiento, en virtud de esta sensorización del entorno.
No se trata de iniciativas a futuro sino actuales. Según expertos en materia de IoT en Europa ya existen varios proyectos piloto enfocados en ese sentido, habiendo países en los que se monitoriza el uso que hacen los ciudadanos de la electricidad para calentarse, con el fin de facilitar un acceso a tarifas mejores a quienes dispongan de termostatos inteligentes.
En proyectos de este tipo, donde un fallo de seguridad durante el proceso de recabado de datos, vía sensores, puede abrir una puerta de acceso a datos muy sensibles; a nadie escapa la necesidad de no bajar nunca la guardia. Por eso, Logicalis se apoya en el amplio portfolio de soluciones de IBM para crear plataformas de seguridad de IoT global, capaces de dar respuesta a las necesidades que presentan estos entornos y monitorizando cualquier tipo de amenaza interna y externa, gracias a avanzados sistemas de control. Una virtud que se completa con la posibilidad de actualizar fácilmente, tanto en dispositivos como software, para neutralizar potenciales vulnerabilidades.