La innovación exitosa implica un nivel de predicción y, en ese proceso de planificación, la vigilancia tecnológica es un paso necesario. Además de anticiparse a las necesidades actuales de los clientes y la propia organización, es preciso conocer el marco de las tendencias futuras en que se desarrollarán nuevos productos y servicios.
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Estar al tanto de las oportunidades que van apareciendo puede ayudar a diseñar un programa efectivo de innovación.
La antesala de la innovación: razones que impulsan la vigilancia tecnológica
A día de hoy, existen más motivos para emprender acciones de vigilancia tecnológica, que para no hacerlo. Esperar a que los cambios se produzcan y reaccionar ante ellos no garantiza la supervivencia en un entorno que se caracteriza por:
- El aumento de la competencia:
la competencia fomenta la innovación en los negocios introduciendo presión en el mercado. Nuevos competidores y rivales históricos miden sus fuerzas en una contrarreloj hacia el descubrimiento. La competencia cada vez es más ágil, más inteligente y más efectiva. El desarrollo y lanzamiento de productos ha minimizado su tiempo de ciclo, produciéndose a una velocidad vertiginosa que no deja tiempo para detener el ritmo. Una de las únicas opciones para muchas empresas es centrarse en lo que hacen los demás, tratando de imitar o mejorar sus propuestas. Otro enfoque es la disrupción, aunque para ello no basta con la vigilancia tecnológica, sino que son necesarias altas dosis de creatividad y la implementación de ideas innovadoras.
- La globalización: los mercados se expanden y, donde antes sólo había que hacer frente a la competencia local, o como mucho nacional; hoy día se descubre el acceso global de empresas grandes, medianas y pequeñas; casi sin barreras y con un objetivo idéntico, ampliar la base de clientes. Para prosperar en este entorno, no queda otra alternativa que lanzar programas de innovación que permitan atraer nuevos clientes y abrirse a nuevas oportunidades.
- La sofisticación de los consumidores:
- El ritmo de avance de la tecnología: el bajo coste, la facilidad de implementación de las soluciones de última generación y el ritmo al que se produce la innovación hace que las empresas necesiten mantenerse permanentemente actualizadas. La vida de la organización puede acortarse si no se hace un buen uso de la tecnología, pero, para ello, es preciso conocerla y dominarla. Por una parte, es necesario recurrir a la vigilancia tecnológica y, por otra, contar en plantilla con perfiles más especializados, como son los analistas Big Data o los científicos de datos.
Cómo llevar a cabo la vigilancia tecnológica
La vigilancia tecnológica permite aprovechar las nuevas oportunidades de negocio, pero, conocer las últimas innovaciones resulta determinante también para tomar conciencia de las amenazas potenciales.
El futuro de la organización depende de su efectividad a la hora de monitorizar el progreso y los avances que se hagan en este campo. Impresión 3D, computación cognitiva, técnicas de reconocimiento facial o de voz, analítica en tiempo real o herramientas de seguridad de datos asociadas a capacidades analíticas avanzadas son algunas de las disrupciones que han dado un giro en la estrategia empresarial de muchos negocios, sentando las bases de su futuro y ayudándoles a posicionarse en el mercado por delante de sus principales competidores.
Reconociendo la importancia de estas cuestiones, muchas organizaciones han implementado y desarrollado sistemas de vigilancia tecnológica que les permiten estar al día de las innovaciones tecnológicas y conocer las tendencias emergentes. La información que recogen les permite tomar mejores decisiones y minimizar el riesgo.
Sin embargo, establecer un sistema de este tipo puede suponer un reto, tanto a nivel técnico (es preciso procesar y analizar grandes volúmenes de datos en muy poco tiempo), como a nivel de capacidades (el talento marcará la diferencia entre empresas, a igualdad de madurez tecnológica en lo que respecta al uso de herramientas).
Con el objetivo de impulsar la eficiencia del proceso de vigilancia tecnológica, desde la Universidad de Cambridge recomiendan seguir los siguientes pasos:
- Determinar qué información precisa el negocio: por una parte, hay que pensar en el contexto actual, en las necesidades presentes, y, por otra, poner la vista en el futuro, los planes de la empresa y su visión. Es importante considerar las tecnologías que pueden ser necesarias para los productos de mañana, así como las que puedan tener un impacto perjudicial sobre los ya existentes. Además, hay que tener en cuenta que, centrarse en cuestiones exclusivamente tecnológicas limitaría la perspectiva, puesto que existen muchos otros factores que influyen en las decisiones que se tomen acerca de la innovación y el uso de la tecnología. Por último, es preciso recordar la importancia de integrar toda la información recogida. Los datos políticos, legales, socioeconómicos, ambientales y de la competencia son complementarios y deben integrarse y someterse a procesos que impulsen su calidad.
- Emplear diferentes métodos de búsqueda de información: la vigilancia tecnológica multiplica su efectividad si se combinan diferentes modos de recopilar información. En algunos casos, habrá que investigar los datos internos y otros recurrir a fuentes externas. La minería de datos, es escaneo de tendencias o la supervisión del desarrollo de nuevas tecnologías son algunas de las acciones más recomendables. Algunos de estos métodos pueden plantear desafíos a las capacidades de la organización y, por eso, siempre resulta necesario evaluar su potencial para identificar amenazas y oportunidades para el negocio.
- Tomar acción: el objetivo de la vigilancia tecnológica es innovar, descubrir y ponerse por delante de los competidores, creando una ventaja competitiva sostenible. Pero, para llegar hasta ahí, no basta con quedarse en las conclusiones del análisis, no es suficiente con tener acceso a la información más completa, sino que hay que ser capaz de tomar decisiones que impulsen al desarrollo de nuevos productos y servicios, de enfoques de trabajo alternativos y de un proceso de planificación más efectivo.