Big data incita a hablar de analytics pero, más allá de la mera conversación, la combinación de ambos insta a tocar el tema de la visualización creativa. Esta forma de visualización de datos consigue inspirar al ojo humano para que, desde su mirada, impulse al cerebro a sacar conclusiones frescas, sorprendentes, brillantes. A pensar fuera de la caja, como dirían los angloparlantes.
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Algo de ayuda necesitábamos. La maquinaria con la que venimos equipados de serie es, casi, perfecta pero, hasta en el caso de los individuos más brillantes, esos seres geniales y proactivos que siempre logran marcar la diferencia, dejar huella e innovar; tiene sus limitaciones. Al contrario que ordenadores, robots y otras máquinas, las personas todavía no somos capaces de procesar millones de datos en segundos... ¿o sí? Aquí es donde interviene la visualización creativa.
Visualización creativa: siente el poder
Los típicos esquemas que se usaban en colegio e instituto, los diagramas más tradicionales y cualquier otro manido método de presentar la información no funcionan como se desearía. No hacen saltar ningún resorte. La visualización creativa es un trabajo en común.
Por parte de la herramienta, el software ha de ser capaz de:
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Despertar al individuo de la monotonía.
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Romper sus esquemas.
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Captar su atención.
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Intrigarle y motivarle a partes iguales.
En la práctica, la visualización creativa consistiría en:
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Introducir nuevas gamas de color.
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Buscar nuevos formatos para mostrar los contenidos (como los que proponen las autoras de Dear Data).
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Divertir sin distraer, del modo que Denise Lu compila en sus 7 propuestas.
El usuario debe reaccionar con entusiasmo al entrar en contacto con la información. Los datos frescos deben seducirle y activar sus conexiones neuronales. Es el inicio del proceso de la visualización creativa en el que conocimiento, inspiración e imaginación se mezclan para dar resultados excepcionales.
Visualización creativa: 3 consejos
Para presentar eficazmente los datos e impulsar la visualización creativa soñada hace falta:
1. Ser genuino: evitar los clichés, no caer en la tentación de lo fácil y evitar la repetición. Estos formatos de visualización de datos se olvidan fácilmente y son ignorados por el público, por lo que no resultan eficaces.
Un buen truco es basar las visualizaciones de datos en objetos fácilmente reconocibles por el usuario, ya que está comprobado que las personas responden mejor a este tipo de visualizaciones.
2. Contextualizar: se trata de contar una historia con los datos. Introducir la información en un contexto a través de la representación de los datos hace que éstos sean más fáciles de comprender. Usar comparaciones o introducir símiles son tácticas que dan buenos resultados.
3. Metaforizar. Agregar significado con metáforas facilita la tarea de comprender los conceptos abstractos que se describen con big data. Este enfoque de visualización creativa añade significado al mensaje y agiliza su procesamiento usuario.
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