El social media analytics se está convirtiendo en una prioridad para muchos negocios, que ya han descubierto la importancia de esta nueva forma de relacionarse con sus seguidores y fortalecer vínculos con los clientes, aumentando su lealtad a la marca. Hacer una comparativas entre herramientas de monitorización social media es una tarea necesaria para poder escoger la que mayor valor aportará a la organización.

Para medir el valor de las actividades de la empresa en los medios sociales, hay que concentrarse en los resultados, la eficiencia y la estrategia y, para ello, resulta imprescindible conocer los ingresos incrementales después de una promoción especial, el número de conversiones, la eficacia de generación de leads o el número de clientes potenciales en función de la inversión en marketing. Contar con estos datos ayuda a aumentar la precisión de las acciones a tomar y mejora el aprovechamiento de los recursos, pero requiere de una correcta elección entre herramientas de monitorización social media.

En un proyecto educativo, general o de centro, la definición de la política educativa es un elemento central para encuadrar el resto del contenido del proyecto. La descripción de los objetivos generales y las intenciones del centro o la institución encargada de su redacción es, pues, el primer paso a realizar, pero por supuesto no el único y, ni mucho menos, el capítulo que presentará mayores retos y dificultades a la hora de ser definido.

En Lantares, sabemos que los datos de calidad son la clave del éxito en los negocios. Lograr el nivel de data quality deseado, mantenerlo y preservarlo son cuestiones que marcan la diferencia entre empresas pero ¿sabes en qué punto se encuentra la tuya? ¿Conoces el estado de la calidad de los datos en tu negocio?

La calidad de los datos ha de trabajarse desde la base de cualquier proyecto, conformando iniciativas con entidad propia que garanticen que la consistencia, integridad, exactitud, actualización y completitud de los datos son una realidad. Son muchas las acciones empresariales que necesitan apoyarse en ella:

Las aplicaciones de las herramientas Business Intelligence a ámbitos ajenos a la esfera de los negocios ya nos ha ocupado en anteriores ocasiones, y lo seguirá haciendo en el futuro, cada vez con mayor asiduidad, a medida que se constaten los beneficios que reportan para el análisis y la gestión de datos e información, para la visualización estática y dinámica de los mismos, el diseño de estrategias y el establecimiento de objetivos y, sobre todo, para la gestión y la supervisión del desempeño de operaciones, actividades y procesos de toda índole.

La forma de llevar a cabo la planificación de las medidas destinadas a preservar la calidad de los datos impactará de forma decisiva en los resultados del análisis. Se trata de ir un paso más allá de la simple garantía de disponibilidad, completitud, relevancia y volumen suficientes de los datos. Hay que elaborar un programa donde se determine el modo de actuar, se definan objetivos y se designe a los responsables de cada iniciativa y acción a tomar.

En el ámbito empresarial y de negocios, lo que se conoce como Operations Management Processes (o procesos de gestión de operaciones) viene a ser el resultado de la aplicación de la máxima «no se puede controlar lo que no se puede medir». 

Como se puede intuir, no se trata de procesos de gestión al uso, es decir, de otros procesos u actividades que se llevan a cabo en el sí de un departamento por el equipo de responsables de área, sino de un tipo de procesos que involucran a las altas instancias de la organización, a directivos y gerentes, y que implica (como su mismo nombre sugiere) la gestión de las operaciones clave de la compañía.

Confundir data profiling con evaluación de la calidad de los datos es un problema más frecuente de lo que pudiese parecer a simple vista. A pesar de tratarse de funciones relacionadas, no se ocupan de los mismos aspectos y, sin embargo, todavía hay mucha gente, incluso en entornos de gestión de datos, que emplea ambos términos de forma indistinta.

Es un error frecuente creer que una estrategia de marketing basada en la competitividad del precio del producto o el servicio ofrecido se puede diseñar, desarrollar y evaluar tomando los objetivos de venta como indicadores exclusivos de su desempeño. Una confusión en la que caen las empresas que, pensando en el precio como un sinónimo de valor, creen que apostando por estrategias de precio simplifican, objetivan y clarifican sus procesos.

El precio jamás debería ser tomado como un equivalente del valor de un bien o servicio; aunque a veces pueda ser un buen indicador, en el establecimiento del precio entran en juego muchas otras consideraciones además del valor del servicio o el producto ofertado.

Twitter permanece fuerte entre las otras opciones disponibles de redes sociales y, aunque parecía llegar tarde al mundo del marketing empresarial, ha avanzado rápido, logrando una posición propia en este universo. Las social media metrics ayudan a comprobar que la evolución de las campañas lanzadas es la correcta.

Estos datos son fundamentales para poder:

Cuanto más se avanza en el desarrollo de software y aplicaciones para dar respuesta a todo tipo de necesidades, y cuanto mejores y más completas son las soluciones ofrecidas (habitualmente de pago), más rápido proliferan sus homólogas baratas (o incluso gratuitas), a menudo presentadas como verdaderas alternativas.

Desde herramientas para la edición de textos, traducción asistida por ordenador (TAO) o almacenaje en la nube, hasta software de diseño, contabilidad y/o edición multimedia, difícilmente encontraremos algún campo, por especializado que sea, sin cubrir por aplicaciones y programas gratuitos.