Para cualquier modelo de negocio, la experiencia del cliente deviene un punto crítico en la consideración de su cadena de valor. Mejorar la experiencia del consumidor equivale, en la mayoría de los casos, a obtener un grado mayor de satisfacción y, consiguientemente, mejorar la imagen de la compañía y aventajar a la posible competencia contando con el cliente como aliado.
Pero forjar esta alianza no es sencillo en absoluto. Requiere considerar múltiples factores y tener en cuenta multitud de aspectos de la relación con el consumidor para mejorar su experiencia. Algo en lo que, sin duda alguna, las herramientas de análisis y, muy especialmente, de visualización de datos pueden ayudar enormemente.
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