En el ámbito del lenguaje común y cotidiano, es frecuente utilizar «fijación de objetivos» como una expresión equivalente a «establecimiento de objetivos», una pequeña licencia lingüística (aparentemente) que aquí no nos podemos permitir sin hacer alguna aclaración previa importante, por las connotaciones que se desprenden de ambas expresiones (notablemente diferenciadas entre sí, como veremos enseguida).
Efectivamente, si tomamos como sinónimos fijación y establecimiento, tomado el sentido de fijación como estipulación inapelable de objetivos, podemos afirmar que estos se fijan en la primera de las fases de diseño e implementación del cuadro de mando integral. Sin embargo, es importante recordar que los objetivos fijados en el CMI no deberían tomarse, en ningún momento, como objetivos fijos, rígidos e inamovibles.
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